La pérdida de 215 autónomos certifica la parálisis de la actividad comercial en Palencia

La joyería Alexandro acaba de bajar la persiana definitivamente, todo un ejemplo de pequeño negocio local, Piropos, también en la Calle Mayor, anuncia la liquidación por cese de negocio, y en la perpendicular calle Don Sancho, precisamente en la esquina con la Calle Mayor, ha cerrado también la filial de Tous dedicada a los bolsos y los complementes denominada Dayaday, y unos metros más allá, la tienda de ropa deportiva Décimas. En este caso, dos franquicias que operan a nivel nacional. Y estos son solo algunos ejemplos muy recientes, pero pueden encontrarse muchos más con una simple mirada meses atrás. E incluso, se producen también cierres de algunas tiendas de firmas conocidas, como Springfield, en el centro comercial Las Huertas.

Desde luego, es un síntoma de que algo no va bien en el comercio palentino, algo que se evidencia también con las cifras de la evolución del número de autónomos en la provincia en el último año. Se han perdido 215 profesionales autónomos en 2019, lo que supone una caída del 1,6%. No son todos, desde luego, empresarios del sector del comercio, puesto que los datos que manejan las asociaciones de autónomos no están sectorializados provincialmente, pero sí reflejan claramente la pérdida de iniciativa empresarial de la provincia. A nivel nacional, la pérdida de comerciantes el pasado año se elevó al 1,3%, es decir más de 10.000 autónomos del sector del comercio abandonaron su actividad.

Las causas son múltiples, con el avance imparable de las compras por Internet como mayor exponente. Hay una clara tendencia cambiante en los hábitos de consumo y también la oferta es cada vez más amplia, con lo que la guerra de ofertas, descuentos y promociones se ha convertido en una tónica común, que ha desdibujado las clásicas rebajas.

En Palencia, concretamente en la Calle Mayor, una de las quejas comunes del sector es el elevado precio de los alquileres de los locales. Tal es así, que el Ayuntamiento estableció el año pasado reducciones fiscales para aquellos propietarios de locales vacíos que facilitaran el alquiler y se abrió un proceso de contacto con los representantes de los propietarios inmobiliarios. Pero la situación apenas ha variado y en la Calle Mayor pueden contarse aún decenas de locales cerrados a cal y canto, muchos de ellos con los carteles de se vende o se alquila casi desgastados por el paso del tiempo.

La zona más afectada por la inactividad es el tramo inicial de la Calle Mayor, que ha estado durante los últimos años prácticamente vacía de oferta comercial, aunque en 2019 se han reabierto unos pocos locales en los entornos del colegio de Villandrando. En cambio, el espacio que mejor funciona comercialmente es el tramo de la Calle Mayor situado en las proximidades del monumento a la Mujer (la Gorda).

Otro problema detectado en los últimos años es la falta de relevo en algunos de los negocios consolidados, por lo que desde la Confederación de Empresarios se ofrece una plataforma de contacto entre nuevos emprendedores que buscan una oportunidad y otros que quieren traspasar sus negocios. «Nos está sorprendiendo que algunas personas cierren porque no encuentran a nadie que quiera continuar y que ni siquiera se haya puesto en contacto con la CPOE, porque podemos ayudar. Tenemos la plataforma de traspasos que está funcionando bien, en la que puedes anunciar tu negocio y también si eres emprendedor presentar tu búsqueda. Es una forma de ponerse en contacto y cerrar acuerdos», explica José Ignacio Carrasco, presidente de la CPOE.