El coordinador Francisco José Manuel Merino, con la enfermera Marta Hernando. Marta Moras
Francisco José Manuel Merino | Coordinador de la unidad en Palencia

«Facilitaría mucho las cosas que la persona, cuando está viva, expresara su deseo de donar»

Compagina este nuevo cometido que dirige desde noviembre con su actividad médica en la Unidad de Cuidados Intensivos

Almudena Álvarez

Lunes, 19 de febrero 2024, 07:11

Fran Manuel Merino, como le conocen en el hospital de Palencia, es un joven médico palentino que se especializó en Medicina Intensiva en el Hospital ... Río Carrión donde trabaja en Cuidados Intensivos. El pasado mes de noviembre decidió tomar las riendas de la Unidad de Coordinación de Trasplantes dando el relevo al doctor Antonio Álvarez. Recién aterrizado, y con ayuda de su compañera de equipo, la enfermera coordinadora de trasplantes Marta Hernando, afronta un trabajo duro y a la vez alentador, porque salva muchas vidas, que compagina con su actividad médica en la Unidad de Cuidados Intensivos.

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–¿Cómo funciona la Unidad de Coordinación de Trasplantes de Palencia?

–La unidad está formada por el médico y la enfermera pero involucra a numerosos profesionales del hospital, principalmente el personal del área quirúrgica donde se hace la extracción de órganos, pero también al personal de laboratorio, los radiólogos o el personal de la UCI que se encarga de mantener al donante. Hay muchos profesionales involucrados desde que se activa una donación, aunque lo coordinemos Marta Herrero y yo, que además trabajamos como médico y enfermera de la UCI. En otros hospitales más grandes y con más donantes, hay un equipo que se dedica exclusivamente a coordinar las donaciones, pero aquí solo somos nosotros, y no solo es el trabajo que hacemos cuando hay un donante, también están las horas de formación y el tiempo que dedicamos a preparar campañas de donación para seguir trabajando en la sensibilización.

–¿Cómo funciona este proceso?

–En el momento en que se detecta un posible donante nos ponemos en contacto con la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) que es quien coordina todo a nivel nacional. La ONT tiene una base de datos con los pacientes que están en lista de espera y selecciona el candidato más apropiado. Pero el modelo va de dentro a fuera, priorizando a los pacientes de la zona. Es decir, si se extrae un órgano en Palencia y no hay un posible receptor en la provincia, se va ampliando el círculo, primero a Castilla y León y después a pacientes de otras comunidades.

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–¿Los palentinos son solidarios? ¿Se mantiene el número de donaciones año tras año?

–Este año ha sido un poco más flojo. Ha habido solo dos donaciones. Pero normalmente Palencia está en una media de entre tres y cuatro donantes. Hubo un año con once donantes, pero eso no es lo habitual. Que la cifra se sitúe en tres o cuatro donantes de media no está mal, está en línea con los hospitales de provincias con una población similar y hospitales de segundo nivel. Es evidente que lo ideal sería mejorar esa cifra pero no es nada desdeñable en centros de segundo nivel, con este número de camas y con esta población.

«Trabajar en las campañas de sensibilización y concienciación para mejorar las cifras de donación»

–¿Existen todavía reticencias para la donación de órganos?

–Lo ideal es que la persona exprese, cuando está viva, su deseo de donar sus órganos. Eso facilita mucho las cosas. Cuando no es así, por lo general las familias suelen estar concienciadas con la donación, pero todavía hay algunas reticencias, a veces por creencias religiosas o porque se desconoce el proceso y tienen dudas con lo que va a pasar con el cuerpo de su familiar en un momento muy doloroso para la familia. Nosotros tratamos de tranquilizarles, le aseguramos que vamos a tratar a su familiar fallecido con el máximo respeto y que la donación se va a tramitar de forma muy ágil para que dispongan del cuerpo en 24 horas. Pero lo más importante es hacerles ver que gracias a su generosidad se puede salvar la vida de ocho personas y mejorar la calidad de vida de más de 70 con la donación de sus tejidos.

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–¿Cuál es el perfil del donante en Palencia?

–La mayoría de los donantes que tenemos en Palencia han sufrido un accidente cerebrovascular, normalmente hemorrágico y que evolucionan a muerte encefálica. Suele ser el tipo de donante más habitual. La principal causa suele ser un ictus hemorrágico, una hemorragia intracraneal.

–¿Que carencias tiene el hospital de Palencia en relación con la donación?

–Uno de los problemas es no tener servicio de Neurocirugía porque muchos de los pacientes que pueden ser candidatos a donar suelen ser hemorragias cerebrales. Estos pacientes se trasladan a Valladolid y si fallecen lo hacen allí por lo que evidentemente la extracción se hace allí. Cuando una persona ingresa con una hemorragia cerebral hablamos con Neurocirugía para ver si hay opción de tratamiento quirúrgico y si la hay se envía al paciente al hospital de referencia que es el Clínico de Valladolid. Si el paciente hace allí muerte encefálica, ese potencial donante es del Clínico. Nosotros no tenemos pacientes neuroquirúrgicos y esta es una vía de escape de posibles donantes.

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«Lo más importante es hacer ver a las familias se puede salvar la vida de ocho personas»

–A pesar de ser líderes en donación en España, sigue habiendo lista de espera. ¿Se están explorando otras vías para responder la demanda?

–Se están desarrollando otras vías alternativas a la muerte encefálica, es decir el donante que fallece por muerte cerebral, que es el más habitual en Palencia y en Castilla y León para conseguir órganos para trasplante. Es el caso de la donación en asistolia controlada, una nueva línea que en los últimos años se está impulsando. De hecho, en 2023, el 45% de las donaciones en España se hicieron en asistolia controlada. En este caso no hay muerte cerebral, se produce una parada cardiaca no recuperada, y los médicos no podemos hacer nada por recuperarlo así que se decide sedarlo para mantener la perfusión de los órganos para realizar la extracción. Es un sistema que se está utilizando en grandes ciudades pero no en ciudades como en Palencia. Otra vía son los pacientes que piden la prestación de ayuda para morir. Desde que entró en vigor la Ley hasta diciembre de 2023 ha habido 90 donantes a nivel nacional. Son pacientes con una enfermedad irreversible que solicitan ayuda para morir. En este caso, si donan sus órganos, también se haría la extracción en asistolia. También hay programas que están intentando optimizar el manejo de los posibles receptores para favorecer que la actividad trasplantadora sea mejor y más exitosa.

–¿Qué retos se plantean en 2024?

–Estamos empezando el año y tenemos mucho trabajo por delante. Tanto la nueva enfermera coordinadora de trasplantes, Marta Hernando, como yo tenemos que formarnos y sobre todo trabajar en las campañas de sensibilización y concienciación para mejorar las cifras de donación porque siempre hace falta más. Además ahora ya se puede hacer el carnet de donante a través de la página web de Sacyl y cualquiera puede hacerse donante, pero lo importante es que lo sepa la familia que es quien finalmente va a dar el consentimiento.

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