Uno de cada diez usuarios del Banco de Alimentos es menor y la entidad ayuda a más de 2.000 personas

De estas más de dos mil personas a las que apoya la entidad, 214 son menores, lo que representa el 10,5% de los usuarios. Desde hace ya más de cinco años, cuando irrumpió la pandemia de covid, varió el perfil de los usuarios del Banco de Alimentos de Palencia. Hasta ese momento, se solía tratar de personas de 50 a 65 años, normalmente sin familia, y desde 2020 se trata de familias jóvenes con hijos a su cargo y que pueden gozar un trabajo, pero que el salario no llega para cubrir todas las necesidades de la familia. Así, el 1,38% del total de personas a las que apoya el Banco de Alimentos de Palencia son bebés de 0 a 2 años; mientras que el 3,45% tienen entre 3 y 8 años.

Más allá de esta cifra de usuarios, la situación que atraviesa actualmente el Banco de Alimentos de Palencia es crítica. No por la falta de comida para dar, que actualmente puede dispensar de todo tipo de productos tras la recogida de primavera, distintas campañas y donaciones de empresas, sino por la carencia de dinero para hacer frente a los gastos mensuales que tiene la entidad palentina.

«Estamos mal, muy mal en el sentido de que no podemos afrontar gastos ni nada», reconocía Rosa Ortega, sobre el momento tan complicado al que se enfrenta actualmente el Banco de Alimentos, que sí que tiene productos suficientes para dar a los usuarios, pero no capacidad económica.

Los gastos mensuales a los que hace frente la entidad pasan por el alquiler de la nave, situada en el Polígono de Palencia, la electricidad, el seguro y la ITV de la furgoneta, o el gasoil. La electricidad sirve, además de para dar luz, para que funcionen las cámaras o el ordenador, donde se guardan todos los datos y se accede a los documentos y la información. Y los meses más duros del año, en los que arrecia el frío, se tiene una bombona con una estufa solo para la zona del despacho, ya que la nave no dispone de ningún tipo de calefacción.

La asociación nunca se había visto en este punto tan crítico de necesidad, nunca, ya que los distintos pagos se habían ido solventado. Pero la reducción de las donaciones económicas de particulares en más del 50%, se notan y mucho. Y desde el Banco de Alimentos reconocen que lo entienden perfectamente porque está todo muy mal, cada vez peor. Los Bancos de otras provincias subsisten y afrontan estos gastos mensuales con los donativos, con empresas particulares de la zona que ayudan económicamente y también con las herencias, que pueden suponer un colchón muy importante, más allá de las escasas subvenciones con las que cuenta la asociación en Palencia.

Todos los años, el Banco de Alimentos de Palencia baja la persiana durante el mes de agosto por vacaciones, pero eso no significa que se desatienda el medio millar de familias que sostiene la entidad local. Durante este mes se duplica el pedido, se da el doble de alimentos que un mes normal, para que los usuarios lo puedan distribuir hasta septiembre que se vuelva a abrir con normalidad.

La recogida de primavera fue la última llamada a la solidaridad, que tuvo lugar en mayo, concretamente del viernes 23 al domingo 25, en la que participaron un total de 37 supermercados de la capital y de la provincia (los mismos que en la gran recogida del mes de noviembre del año pasado), a través de ocho cadenas diferentes Alcampo, Carrefour, Eroski, Gadis, Mercadona, Dia, Lidl y Lupa. Una vez que se pasaba por caja para pagar la compra habitual, se daba la posibilidad de donar la cantidad de dinero que se desease al Banco de Alimentos, ayuda económica que era desgravable, ya que los primeros 250 euros que se aportasen desgravaban al 80% y, a partir de esa cifra, al 40%.

En esta edición se recaudó un total de 3.776 euros entre todos los supermercados, poco más de la mitad del año pasado, cuando la cifra ascendió a 6.203 euros, a pesar de que la cartelería, la promoción y los voluntarios en los distintos establecimientos se llevó a cabo de manera similar a ediciones anteriores. «Tenemos que estar muy agradecidos por lo que nos apoya la gente todo el tiempo», afirma la secretaria de la entidad.

Los usuarios que acceden a la ayuda que puede proporcionar el Banco de Alimentos lo hacen a través de asociaciones, ya que desde la entidad solo les pueden derivar a los distintos centros de acción social, que son los que evalúan sus necesidades en base a su situación actual y deciden si necesitan ese apoyo económico que ofrece la entidad.