Dos academias de chino diversifican la oferta de idiomas de la capital palentina

En un mundo global como este, en el que el planeta es un enorme mercado, una de las barreras para vender es el idioma. Palencia es la segunda provincia de la comunidad que más vende fuera de las fronteras nacionales, solo por detrás de Valladolid y ese enorme negocio que es la exportación necesita de profesionales que conozcan el idioma del país en el que se pretende vender. Gracias a su enorme superávit comercial en los últimos años, China es el mayor exportador mundial y es el segundo mayor importador del mundo. A pesar de sus estrictas políticas, el país está bastante abierto al comercio exterior, que representa el 37.8% de su PIB, y en este contexto aprender chino se ha convertido en una buena forma de diferenciarse como demandante de empleo.

Dos nuevas academias de chino han abierto sus puertas el mes pasado en la capital. Tian Tian ha comenzado sus clases en la calle La Puebla, 17 y ya cuenta con unos treinta alumnos, mientras que la Academia Chino Mì de la avenida de Cuba tiene unos veinte. Son unos cincuenta los palentinos que han decidido aprender chino en estas nuevas academias, y desde Tian Tian aseguran que ese interés por este idioma tiene en las salidas profesionales uno de los catalizadores. «China no es un país emergente. Ya ha emergido, lo que pasa es que todavía hay gente que no es consciente de lo fuerte que es y que va a ser este país. El estereotipo de que el chino es un pobrecillo, que se pasa el día cultivando arroz, sigue vigente, pero cuando vas a alguna de las ciudades que hay China y regresas a España te das cuenta de que Madrid es una aldea a su lado», relata el dueño de la academia Tian Tian, Ángel Martín.

El chino tiene fama de ser un idioma complicado de aprender, pero la profesora de la academia Tian Tian, la nativa Mengzi Yu, asegura que no lo es mucho más que otros. De hecho, esta mujer natural de la provincia china de Jiangxi, habla a sus alumnos en chino desde el primer día, aunque resuelve dudas tanto en inglés como en castellano, y asegura que, poco a poco, se va cogiendo oído. Mengzi Yu trabajaba en China en el departamento compras y ventas internacionales de una empresa y ahora enseñará su idioma a varios españoles que pretenden tratar con personas que ostentan el cargo que ella tenía en su país natal.

La otra academia recién inaugurada en la capital, Mì, tiene a una antigua trabajadora de bazar que lleva siete años en Palencia como profesora. Su nombre es Peilei, aunque los españoles la conocen como Emma, y asegura que el tiempo que ha vivido en España le sirve para poder comunicarse con los alumnos en español durante unas clases a las que acuden personas con intereses muy diversos. «Hay gente que viene porque tiene ganas de viajar a China, otros quieren aprender el idioma por trabajo y algunos, solo por conocimiento», explica.

El significado del nombre de la academia de Peilei es 'multiplicación' y precisamente lo que quiere esta vendedora reconvertida en profesora es que el nombre de su establecimiento se haga realidad y que se multiplique el número de personas que se acercan a sus clases. «Más o menos tenemos unos veinte alumnos, pero acabamos de empezar y creemos que podemos tener mucha más gente», asegura una Peilei ilusionada con su nuevo proyecto de vida.

Las dos nuevas academias de chino que acaban de abrir en Palencia cuentan con varios cursos que se adecuan a las necesidades de su alumnado, ya que algunos de los matriculados ya conoce el idioma y otros se acercan por primera vez a esta lengua, que cuenta con 850 millones de hablantes, y que tiene la mayor complejidad en su escritura ya que no está compuesta por letras, sino por caracteres, unos 56.000 concretamente. No obstante, una persona culta domina una media de entre 8.000 y 10.000 caracteres, mientras que para hacerse entender basta con conocer unos 3.300 y, por ahora, son unos cincuenta los palentinos que han decidido aprenderlos en estas dos nuevas academias que han abierto sus puertas.