Los centros de los barrios no podrán utilizarse para acoger actos políticos

El pleno que se celebró este jueves en el Ayuntamiento de Palencia aportó dos notas para la historia municipal palentina: una más anecdótica un pequeño receso decidido por el alcalde, Alfonso Polanco, para ir al baño, ya que la sesión se prolongaba demasiado y una segunda de más calado político la celebración de una votación a mano alzada que dio lugar a un empate por la abstención de un concejal de Ciudadanos y la posibilidad para el regidor de utilizar su derecho al voto de calidad tras repetirse la votación como marca el reglamento. Este sistema de voto a mano alzada no se recordaba en el Ayuntamiento desde hacía años y varios mandatos.

Lo que se debatía era una moción de Ganemos Palencia para que los locales municipales de los barrios se puedan utilizar tanto por las asociaciones como por los grupos políticos para reunirse con lo vecinos. Francisco Fernández defendió la propuesta apelando a la participación de los vecinos en la vida municipal unos vecinos que «son propietarios legítimos de todos los espacios públicos» y a la cercanía de los políticos con los vecinos. «Los gestores del gobierno no son dueños de las llaves de los espacios, y los espacios públicos no tienen que estar vacíos, sino activos», según sentenció.

Juan José Lerones, en representación de Ciudadanos, señaló que su partido aboga por «la neutralidad política en los espacios públicos», y propuso elaborar una ordenanza que dé cobertura legal al uso de locales municipales». Por último, señaló que el Lecrác y la Fundación Díaz-Caneja son los espacios más adecuados para este tipo de encuentros de los partidos con los ciudadanos.

La portavoz del PSOE, Miriam Andrés, lanzó duras críticas al equipo de gobierno del PP por no permitir el uso de locales públicos municipales para este tipo de reuniones. En concreto, acusó al PP de desactivar la participación ciudadana. «No facilitar espacios es una deriva que no puede traer consecuencias favorables a nuestra democracia», apostilló, a la vez que apeló a la Constitución de 1978.

Por último, Luis Ángel Pérez Sotelo, del PP, aseguró que la medida del equipo de gobierno «no coarta el derecho al uso de locales públicos por parte de los ciudadanos», y enfatizó que «existe voluntad de que la participación de los ciudadanos sea más activa». Es más, señaló que las asociaciones sí utilizan los centros sociales municipales.

En un segundo turno de intervenciones, los mismos portavoces insistieron en mostrar su voluntad de modificar el Reglamento de Participación Ciudadana, al quedar obsoleto. En este momento, hubo alusiones concretas como la del edil de Ganemos al recordar que el equipo de gobierno ofreció una rueda de prensa en el Lecrác para valorar los cien primeros días de gobierno y la socialista Miriam Andrés aludió que ha habido empresas que han usado locales municipales para realizar una selección de personal.

La votación se complicó cuando el portavoz de Ganemos, Juan Gascón, pidio, apelando al voto en conciencia, que la votación se desarrollara a mano alzada. Detrás de esta petición, se encontraba las alusiones de su compañero Francisco Fernández al concejal de Ciudadanos Juan José Lerones, que es presidente de la Comisión de Participación Ciudadana. Tras la oportunas consultas con el secretario del Ayuntamiento, Carlos Aizpuru, se votó primero que la votación de la moción se realizara por el sistema de mano alzada. Precisamente, Lerones se abstuvo dejando la dotación en empate a doce: el PSOE y Ganemos y el PP con los otros dos ediles de Ciudadanos, Juan Pablo Izquierdo y Mario Simón. Se votó por segunda vez y se repitió el empate, que deshizo el alcalde con su voto de calidad, por lo que la moción de Ganemos quedó rechazada.

Otra moción del partido izquierdista que pide que se dejen de sulfatar los parques y jardines de la ciudad con el herbicida conocido como glisofato también se rechazó con los votos del PP y de Ciudadanos. La concejala de Ganemos Patricia Rodríguez no les convenció de que este producto es probablemente cancerígeno, según la OMS.

El concejal de Medio Ambiente, Juan Antonio Marcos, señaló, tras una amplia explicación de este herbicida, que no está demostrado esta posibilidad y que es «un asunto más de investigadores y de científicos». El alcalde anunció que si se demuestra que es cancerígeno, el Ayuntamiento lo tendrá en cuenta.