Los expertos ven «factible» el viaje de los osos del Coto Escolar a Alemania aunque conlleva «riesgos»
Preocupa la edad de Luna y Ponderoso, de 33 años, para recorrer más de 2.000 kilómetros en los que requerirán «una correcta supervisión» durante el trayecto
El traslado de dos animales viejos durante más de 2.000 kilómetros supone una cuestión «controvertida» y que no encuentra el total consenso entre los veterinarios leoneses, informa Leonoticias.
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Ponderoso y Luna, los osos cantábricos que durante 33 años han vivido en cautividad en el Coto Escolar, afrontarán a finales de este mes de julio un viaje a Munich -Alemania- para vivir en un santuario geriátrico con otro docena de plantígrados.
Álvaro Borge de Castro, secretario del Colegio Oficial de Veterinarios de León, recuerda que en el sentido de «buscar el bienestar animal» la reubicación es una buena solución, aunque les preocupa la edad de los animales. «Ese viaje no está exento de desafíos y de riesgos, además de la aclimatación al nuevo espacio».
El riesgo-beneficio de esta operación «se reduce mucho» y algunos profesionales creen que «no vale la pena» mejorar las condiciones de vida, con 33 años, y asumiendo los peligros del trayecto. «Hay que valorar que estos osos llevan toda la vida en cautividad, tienen unos comportamientos y estereotipos difíciles de cambiar y la esperanza de vida no es mucha», señala el veterinario, quien confía en que el centro especializado de Alemania tenga conocimiento de este tema y el protocolo que deben aplicar.
Recomendaciones veterinarias para el viaje
El viaje «no será fácil», aunque se puede llegar a realizar siempre y cuando Luna y Ponderoso permanezcan motorizados, controlados, con una temperatura e hidratación adecuada y se vayan realizando pausas. «Es un viaje largo y los grandes animales, durante un transporte, tienen riesgo», sentencia, a lo que suma la sedación a animales viejos «que, como las personas, conlleva riesgos». «Con una correcta supervisión se podría llevar a cabo», finaliza.
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Desde la Universidad de León, el catedrático en Zoología y experto en comportamiento animal, Vittorio Baglione, ha visitado un santuario similar en Rumanía, un país que cuenta con la población de osos más importante del planeta y que se encuentran en situaciones mucho peores que en el Coto Escolar de León. «En el santuario los recogen y se les lleva a un sitio más cuidado. Allí han tenido experiencias de traslados con osos de hasta 35 años», apunta, que además se pudieron aclimatar a su nuevo hábitat llegando a vivir tres años más tras un cambio «aparentemente favorable». El director del santuario Gnadenhof Für Bären, donde irán Luna y Ponderoso, estima que puedan vivir hasta los 41 años por sus condiciones físicas actuales.
Baglione reconoce que una distancia de más de 2.000 kilómetros no se había recorrido hasta ahora, pero «con cautela», y valorando la respuesta de cada ejemplar, se cree algo «factible y que se puede intentar». «Si sale bien, claramente puede provocar una mejora de las condiciones de vida».
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También recuerda que en el Coto Escolar no residen en una jaula pequeña, como ocurría con algunos en Rumanía, y sus condiciones son «bastante mejores, aunque no ideales». Sin atreverse a responder qué puede ocurrir en un transporte «con riesgos», apuesta por la sedación consciente como mejor solución.
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