La Infanta Cristina muestra sus diferencias con su padre el Rey Juan Carlos y su hermana la Infanta Elena
Cristina de Borbón tiene una forma de pensar más parecida a la Reina Sofía
el norte
Jueves, 8 de octubre 2020, 12:24
Como sucede en gran parte de las familias, las preferencias no son siempre las mismas en todos sus miembros. Así, en la Familia del Rey, por ejemplo, la Reina Sofía y la Infanta Cristina no quieren saber nada de la tauromaquia, mientras que el Rey Juan Carlos y la Infanta Elena son apasionados seguidores. En el caso de los Reyes Felipe y Letizia, se han puesto más de perfil con este tema. Lo mismo pasa con la caza. Profundamente animalista, la Reina Sofía aborrece la caza. Sin embargo, Juan Carlos de Borbón y Doña Elena son fanáticos de la cinegética, mientras que Don Felipe y Doña Letizia también se han puesto de perfil. Parece que mientras el Rey Felipe dejó de cazar al ser convencido por Doña Sofía, la Reina Letizia era una apasionada de las armas.
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En cuanto a la opinión de la Infanta Cristina, Pilar Eyre relata una anécdota que nos aproxima a la forma de pensar de la esposa de Iñaki Urdangarín: «La conozco porque en el año 92 cuando vino a vivir a Barcelona no tenía todavía casa y se alojaba en el Hotel Hesperia, que ahora ya no existe, que por cierto era un hotel donde se encontraba el Rey Juan Carlos con su círculo de amistades», comenzó la periodista que añadía: «Se alojaba en el hotel Hesperia entre otras cosas porque era el único hotel de Barcelona que admitía perros. Ella estaba con sus dos perros y cuando se iba de viaje los perros se quedaban en la habitación, tratados a cuerpo de rey, naturalmente. Por las noches ella iba a pasear por el barrio con sus perros y yo también llevaba al mío. Yo hacía ver que no sabía que era la Infanta Cristina. Iba con dos tíos como dos armarios al lado y con pinganillo, pero yo como si no existieran e intentaba siempre entablar conversación con ella. Amparada en las sombras de la noche yo creo que ella tampoco sabía que yo era periodista».
«Yo intentaba siempre sonsacarle, pero ella siempre muy callada. Al final ya harta de que no me dijera nada, le pinché y le dije: 'Oye, ¿Estos perros son de caza?' Me dice: '¿Cómo? ¿De caza?' Sí, parecen como de caza porque eran así como de una raza indeterminada. 'Nooo, si yo soy contraria a la caza totalmente. Me horroriza la caza, si soy vegetariana como mi madre'. Yo haciendo ver que no sabía ni quién era su madre, ni nada», finalizó Pilar Eyre. Así es como supo que odia la caza y que además es vegetariana.
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