Toma la Palabra canta las diez de últimaspara cerrar su campaña electoral

Ahora que se termina la partida electoral, que ya están todas las cartas sobre la mesa, que no quedan ases en la manga, ahora es cuando Toma la Palabra canta las diez de últimas. Manuel Saravia y María Sánchez (cabeza de lista y número dos en la candidatura) enumeraron este viernes por la noche, en la fiesta organizada en la plaza de Andrés de Laorden, una decena de razones con las que reclamaron el voto para su formación. Son las diez de últimas de la campaña (sin saber aún, las urnas dirán, si de oros o de bastos).

Uno: «No hemos olvidado de donde venimos. Parece que la apertura, la participación, las primarias abiertas fueron una moda para muchos partidos. No para Toma la Palabra, donde hacemos las cosas de forma abierta y participativa».

Dos: «Hemos demostrado que se puede hacer política, que se puede gobernar y soportar presiones sin perder los papeles, con buen tono y amabilidad. Y sin engañar a la gente sobre lo que se puede y lo que no se puede hacer.No vamos a vender humo, como hace el PP con el soterramiento».

Tres: «En un momento de pluralismo político, es un valor saber que te puedes entender con otras fuerzas. Hemos demostrado que somos capaces de alcanzar pactos en beneficio de los ciudadanos por encima de los intereses partidistas».

Cuatro: «Somos gente de principios que no hemos cedido ante los poderes que, por ejemplo, reclamaban más suelo urbanizable o  ejercían presión contra la remunicipalización del servicio del agua.Y ante eso, no nos hemos callado».

Cinco: «No solo somos gente maja, con buenos ideales, sino que también sabemos gestionar».

Saravia y Sánchez hablan desde un escenario que, desde las 19:30 horas, ha encadenado actuaciones infantiles (con Jesús Puebla) y conciertos, con El Perro y la colaboración de Alba y Merche (TNB yHellsBreasts), y, después de los discursos, las canciones de Bloody Mary. «En este cierre de campaña, lo que está claro es el agradecimiento. Solo por el esfuerzo que la candidatura ha demostrado durante estos días, nos mereceríamos 27 concejales», aseguró Saravia. «O sea, todos», precisa, ya que son 27 los asientos que el próximo mandato tendrá la Corporación Municipal, dos menos que en la actualidad, puesto que durante estos últimos cuatro años Valladolid ha bajado de los 300.000 habitantes.

A pie de calle, en una plaza con carpa, sobres y papeletas, los candidatos de Toma la Palabra continúan con esas diez de últimas que cantan en la mano final de la partida.

Seis: «Hemos liderado el gobierno en los cambios sustanciales. Todos los grandes hitos llevan el sello de Toma la Palabra: el PGOU, los presupuestos participativos, la remunicipalización del agua...».

Siete: «Somos una candidatura de Valladolid y por Valladolid. La gente se puede fiar de nosotros. Defendemos lo nuestro y no dependemos de ningún partido en Madrid. Hay gente que desembarca en la política local o sale corriendo de ella si pierde. Nosotros, aquí estamos, aquí seguimos».

Ocho: «Los candidatos nos hemos comprometido con un código ético.Eso es un valor y lo cumplimos. En este mandato, hemos donado 200.000 euros de sueldos para financiar la actividad del grupo y una campaña electoral sin recurrir a créditos de los bancos».

Nueve: «Porque gobernamos con una visión de conjunto, no con promesas aisladas».

Y diez: «Porque tenemos una lista para gobernar. Se aúna la experiencia del Gobierno con la juventud. Y en la candidatura hay personas con capacidad y formación para asumir las áreas de Cultura, Educación, Urbanismo, Acción Social...».

«Esperad, esperad», dice Saravia, antes de dejar el micrófono para que siga la fiesta. Que hay una más. La once: «Porque, como dijo Miguel Saeta (número 21 en la candidatura), no solo queremos una ciudad bonita, sino una ciudad donde sea bonito vivir».

Y así terminó Toma la Palabra su campaña electoral.