Manuel Saravia: «Cuando se promete una obra, hay que decir también las que se dejarían de hacer»

Manuel Saravia, concejal de Urbanismo y cabeza de lista de Toma la Palabra para las elecciones municipales, tiene planos y planes. Los planos los extiende en la mesa instalada frente a la caseta electoral de Fuente Dorada. Los planes para los próximos cuatro años los desgrana junto a María Sánchez, número dos en la candidatura. «Cuando se habla de previsiones de obra, cuando desde algunos grupos se prometen inversiones [no lo dice de forma explícita, pero se refiere al soterramiento], hay que dejar claro lo que va a costar y, sobre todo, las obras que se dejarían de hacer. Porque no se habla de una financiación extraordinaria, de más dinero, sino que habría que dejar de lado otras inversiones«, apunta Saravia.

Toma la Palabra ha presentado este miércoles sus propuestas en materia de Urbanismo para los próximos cuatro años, con la intención de «incrementar la participación en la toma de decisiones», con consultas previas y periodos de exposición pública que permitan a colectivos y vecinos «aportar ideas» sobre las obras que se ejecutarán en la ciudad. Aseguran que los presupuestos participativos han sido un paso en esta línea.

«Las obras deben reflejar también el sentir de la ciudadanía», apunta Saravia, quien calcula que durante los próximos cuatro años los presupuestos municipales incluirán 130 millones de euros para obras. En esta cantidad se incluyen los 50,4 millones incluidos en el contrato de conservación viaria, que incluye las campañas de aglomerado asfáltico, las reparaciones de calles y en infrasestructuras del agua. El presupuesto ordinario contempla, de media, entre siete y nueve millones al año. «Hay además cinco millones anuales en las inversiones financieramente sostenibles y el convenio de Valladolid Alta Velocidad recoge ocho millones al año para las obras de integración ferrovaria», enumera Saravia.

«Gestionar esos 130 millones necesita de la implicación de los técnicos, pero también de la participación pública», asegura el candidato de Toma la Palabra. Para ello, propone la elaboración de un «libro de estilo» que recoja los criterios básicos que han de seguir las obras de urbanización en la ciudad. «Un ejemplo es el de la plaza de Luis Braille, donde se han creado áreas peatonales útiles. De nada servía una rotonda inutilizada en el centro de la plaza. Ahora, se ha ganado espacio para el peatón. Ese tipo de criterios estarían incluidos en el libro de estilo». Y apunta más, como la progresiva implantación de suelos permeables (terrizo) allí donde sea necesario, el estudio de parterres corridos para evitar los daños de las raíces en asfalto y baldosines...

«Frente a las grandes urbanizaciones de mandatos anteriores, se ha producido un cambio de rumbo en urbanismo», apunta María Sánchez, quien subraya cuatro líneas de inversiones recogidas en el programa electoral de Toma la Palabra.

Uno: «Grandes paseos peatonales en torno al Canal de Castilla y el Canal de Duero».

Dos: «Un anillo verde que conecte los parques ya existentes. Parque forestal en San Cristóbal, parque del Tomillo y de los paseos del Pisuerga».

Tres: «Revitalización de diez plazas de barrio y once campas como espacios de reunión».

Cuatro: Integración ferroviaria. «La derecha habla de túneles y peatones, pero ya se ven soluciones en Rafael Cano y durante el próximo mandato, también en Labradores».