El Hércules que salió de Laguna

Cintas para correr, bicicletas estáticas, pesas, mancuernas. Al fondo varias personas se ejercitan. Entra una joven y se acerca al mostrador de recepción a preguntar. Allí, en la entrada, está Roberto, propietario y monitor del gimnasio. Agradable y sonriente, le explica a la chica las opciones que tiene mientras le detalla la importancia de combinar el ejercicio con una alimentación adecuada. Detrás de él, un montón de trofeos, fotos, recortes de prensa y la portada de una revista con una cara que resulta conocida. Efectivamente, ese monitor del gimnasio Laguna Fitness Gym, es el protagonista de esas imágenes.

Roberto Nieto (Valladolid, 1974) regenta un gimnasio en Laguna de Duero y desde el 1 de septiembre es campeón internacional de culturismo en el Muscle Beach Championship International en la modalidad Light Weight (hasta 70 kgs) celebrado en Los Ángeles, Estados Unidos. Un título que es el colofón a una larga trayectoria que, especialmente en los dos últimos años, ha estado plagada de éxitos: «La experiencia en California ha sido lo mejor que he vivido en todos mis años de competición. Para mí, desde pequeñito leyendo información de que Estados Unidos es lo mejor que hay, donde se ha fomentado el culturismo aerobic y todas estas modalidades, el hecho de estar en California en el gimnasio donde empezó Schwarzenegger ¡es brutal!».

El vallisoletano llegó a California con su amigo Xisco Serra, de Alcudia (Baleares), que se proclamó campeón absoluto. También fue con él su mujer: «Doy las gracias a mi mujer Sonia por estar siempre conmigo. Sin ella no podría estar donde estoy. Y quiero dedicar el triunfo a mi padre que desde el cielo me estará viendo y a mi madre y hermanos».

Un camino largo

Los inicios de Nieto en el mundo del deporte surgieron de un modo un tanto doloroso: «Empecé con 16 años en un gimnasio porque tengo escoliosis lumbar congénita, que son dos vértebras unidas de nacimiento. Tenía unos dolores terribles y me tenía que operar. Me dijeron que una opción era entrar en un gimnasio para empezar a fortalecer la espalda. En dos años noté un cambio brutal. Sigo teniendo la lesión pero la dolencia muscular desapareció. Fue entonces cuando me di cuenta de que el ejercicio era algo muy básico».

Roberto adquirió una pasión por el deporte que le llevó a practicar un montón de disciplinas distintas: «He combinado fútbol, baloncesto, ping pong, natación, atletismo,... He hecho de todo, hasta que tuve una lesión de rodilla jugando al fútbol y lo tuve que dejar». En ese momento, este vallisoletano afincado en Laguna, buscó un deporte compatible con sus lesiones de espalda y de rodilla: «Necesitaba algo para centrarme y me dediqué al gimnasio. Empecé a entrenar un poquito más, un poquito más... hasta que con 30 años hice mi primera competición», recuerda.

Llegar a un nivel óptimo requiere de un entrenamiento constante, aunque, a pesar de lo que pueda parecer, estos deportistas se entrenan menos dos horas y media diarias: «Mantengo todo el año un nivel físico bastante bueno y los últimos dos o tres últimos meses es cuando hago un esfuerzo máximo».

Roberto explica los criterios que los jueces valoran para dirimir el ganador en un torneo: «Tienes que ir con una definición muscular extrema, un equilibrio muscular y un cuerpo armonioso». Por equilibrio se entiende: «Que no tengas muchos brazos y no tengas casi piernas, por ejemplo. Que los cortes de los músculos se vean bien definidos y que no haya grasa en el cuerpo», detalla.

También es de vital importancia el cuidado de la alimentación: «Esa parte es dura porque tienes que perder toda la grasa del cuerpo, entonces tienes que comer cuatro cosas contadas, sobre todo verduras y proteínas: pollo, ternera, pescado, huevos...». Aunque la alimentación se ajusta en función de la fase preparatoria en que se encuentre el deportista, de volumen o de definición, y se extrema a medida que se va acercando la competición. Después, las categorías se dividen por edades y por la relación entre peso y altura: «Yo mido 1,68 metros, 1,69 si me estiro mucho, por lo tanto mi peso no puede superar los 68-69 kilos».

El problema está en la unificación de criterios. En el mundo del culturismo no existe una federación internacional reconocida sino que hay diversas asociaciones que organizan torneos en el mundo: Hay cuatro o cinco y ahora cada vez aparecen más.

Lo que es y lo que no

Nieto cree que el culturismo está mal entendido: «Es un deporte confundido porque evidentemente la competición es un extremo. Llegar a ese punto no es lo que nosotros hacemos todo el año. Eso es un fin para que en un día concreto te valoren, te haces unas fotos y ya está. No estás así todo el año», argumenta. Y continúa: «Esto es como todos los deportes. Hay gente extravagante, hay gente introvertida y gente rara. Tu ves por ejemplo a Cristiano Ronaldo, con su forma de ser, que es totalmente diferente a Lionel Messi o a uno del Valladolid».

Por ello anima a quien quiera adentrarse en este mundo: «No es difícil dedicarse a este deporte, lo difícil es decidirse y superar ciertos factores laborales, personales o económicos». El culturismo en España se practica de modo amateur y los premios en las competiciones no son en metálico «salvo en los opens», explica Roberto, por lo que buscar patrocinios es vital para poder competir: «Estoy muy agradecido a mi patrocinador, Nutrytec por el apoyo».

El flamante campeón ya piensa en el futuro: «Acudiré dentro de tres semanas a la feria Arnold en Madrid con mi patrocinador Nutrytec para dar a conocer este mundo y para hablar de los beneficios que tiene la nutrición deportiva para la salud y de cara al deporte. Espero volver a dar la mano a Arnold Schwarzenegger que para mí fue una pasada». Sin duda un ídolo para cualquier culturista: «A mí cuando me saludó me condicionó mucho. Cuando le vi de tú a tú, me vinieron todas sus películas a la cabeza».

Roberto es un hombre normal de Valladolid que trabaja en su gimnasio en Laguna de Duero un montón de horas al día, siempre con ánimo y sin que se le apague la sonrisa cuando atiende a los clientes. Esa sonrisa que ahora se le ilumina aún más con el trofeo conquistado en California, la cuna del culturismo.