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Pablo, portero del Mojados, trata de despejar un balón tras una llegada al área del Tordesillas Mar García

Abel saca la fumata rojiblanca en Las Salinas

Deshace el derbi vallisoletano cuando el Tordesillas andaba con uno menos y el Mojados había llegado a igualarle una desventaja de dos goles

Juan Díez Regidor

Tordesillas

Sábado, 26 de abril 2025, 21:20

De la vida a la muerte... y a la resurrección. Y de ahí, al hospital. El fútbol es inexplicable por mucho que Abel se empeñara ... en poner algo de cordura en el epílogo de un derbi loco, con un golazo al alcance de magos, segundos antes de ir camino al Clínico. Pero con tres puntos, quién sabe si de ascenso, pero que sí sirven para mantener la ventaja sobre el Astorga. El sufrimiento, en este caso, estuvo pagado, aunque con un peaje físico que quién sabe en qué se traducirá.

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El Mojados volvió a pelear, también ante el mejor conjunto de la liga. Eso sí, no hizo acto de presencia hasta el 60. Después pasó a ser otro equipo que resurge cuando parece estar anestesiado. Los cambios fueron oxígeno. A favor de los amarillos y en contra de los locales, que llegaban con lo justo y se desfondaron en una primera mitad donde tenían que haber goleado... si no es por Pablo.

En seis minutos los rojiblancos ya habían tenido tres. Emi primero, Miguel después y Chatún con un cabezazo. Era un vendaval y su rival no sabía ni por dónde achicarlo. El primer ex estaba listo para entrar en acción, por partida doble. Miguel le hizo la ofrenda y Chatún puso la guinda. Ahí no llegó Pablo, el único recoveco que dejó sin tapar.

Mal negocio sería relajarse. Nadie lo hizo, menos aún Miguel, que cayó derribado en el área cuando su equipo seguía con la sexta marcha. Chatún transformó la pena máxima para poner una tranquilidad que nunca es tal en este campo del delirio. Tampoco en un escenario tan aparentemente controlado; por mucho que sonara a goleada, todavía no había humo blanco en la chimenea.

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Atlético Tordesillas

Farolo; Manja, Ivi, Abraham; Abel (Lázaro, min. 88), Fer, Emi, Samu (Villa, min. 79), Popi (Dani Díez, min. 5); Miguel (Joan, min. 55) y Chatún.

3

-

2

CD Mojados

Pablo; Mateo, Méndez, Churu, Capi (Suárez, min. 67), Andrés; Javi León, Cerro, Cada (Álex, min. 67), Colino (Alvi, min. 46); y Jorge (Alfon, min. 67).

  • Goles: 1-0 Chatún (min. 33). 2-0 Chatún, de penalti (min. 41). 2-1 Alfon (min. 72). 2-2 Alvi, de penalti (min. 82). 3-2 Abel (min. 88).

  • Árbitro Matía Gallo (Palencia). Expulsó al jugador local Ivi (min. 81) y amonestó a los locales Manja, Joan y Dani Díez, y a los visitantes Capi, Méndez y Pablo.

  • Otros datos Las Salinas. 700 espectadores (200 del Mojados).

Ni atisbos de cambio tras el descanso. Todo seguía igual, con el Tordesillas acechando y Pablo sacando manos por doquier. Arriba y abajo. Desesperante para cualquiera... y los de Marchena entraron en la reserva. Ni los jugadores de refresco sirvieron para espolear. Todo lo contrario que el Mojados.

La película entró en esa fase extraña en el que la escena se muestra sosegada pero se intuye un giro de guion. No es que los visitantes se vaciaran en ataque, pero había sensación de que algo podía cambiar. El viento precedente a la tormenta. Alfon confirmó las sospechas y recortó distancias. Comenzó el verdadero cónclave, dedicado solo para expertos en situaciones de tensión.

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Ivi fue el primero en abandonar la congregación. Ocho minutos más tarde cometió penalti, acompañado de expulsión por no luchar el balón. No es que hubiera un giro de guion, es que el protagonista pasó a estar con la pistola en la sien, porque el Astorga, además, ya iba ganando su partido (después de ir perdiendo dos veces). Y Alvi apretó el gatillo. El otro ex que se redimió.

Silencio en Las Salinas

El Mojados encontró el premio a su reacción y el Tordesillas se vio, por momentos, fuera de la pelea. El silencio en Las Salinas era de sepulcro, con su equipo con uno menos. Pero el tramo final de los partidos es territorio ya conquistado, reservado para quien decidió ganar el partido él solo. Como tantos que ha ganado; como tantos que ganará.

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No será este año porque será difícil que vuelva. Su avería fue de dimensiones proporcionales a su gol. Abel arrancó como si la persiguiera Satanás, dejando rivales atrás. No falló porque casi nunca falla, para dentro, pero se quedó sin hombro. La grada era un fervor, la fumata era blanca... bueno, rojiblanca, aunque sus compañeros sabían que habían perdido una baza para lo que queda; una baza ganadora.

El Tordesillas llega al 1 de mayo con la ventaja de seguir dependiendo de sí mismo, pero sin fallo posible. El Briviesca, penúltimo, será la siguiente salida. Pocos efectivos, pero los que hay preparados para continuar un sueño cada vez más cercano. El Mojados podrá firmar su permanencia ante su gente, también el jueves, si gana o incluso si empata.

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