Ver fotos
Gema Martín y Rubén Sánchez confirman su idilio con el Cross de las 12 Uvas
Más de 1.500 atletas disfrutaron de una jornada soleada en la que hubo lugar para las risas, los disfraces y también alguna que otra lágrima
Los últimos rayos de sol de 2022 asomaron de tal modo que no pareciera una jornada de cross, pero lo fue. La 38ª edición del Cross de las 12 Uvas llenó el parque Ribera de Castilla de más de 1.500 atletas, cada uno con su historia, dispuestos a disfrutar de una soleada jornada en la que los principales triunfadores –no los únicos– fueron Gema Martín y Rubén Sánchez, vencedores de las categorías absolutas, y que confirmaron su particular idilio con esta carrera para terminar el año con los brazos en alto.
Publicidad
Como suele ser habitual, las categorías de base sirvieron como entrante en una cita que muchas veces ha estado marcada por la niebla. De esta ocasión, de esta, ni rastro. En el circuito quedaron algunos rescoldos propios de la lluvia caída en jornadas anteriores. Allí donde el sol no alcanza a llegar, había charcos; por ejemplo, a pocos metros de la meta. Esa tierra húmeda, símbolo del tipo de carrera que es, apenas fue pisada, como si hacerlo diera mal fario. No lo hicieron los más pequeños, ni tampoco los mayores; por lo menos no aquellos que llegaban en forma de goteo.
Galerías de fotos
Así arribaron las primeras féminas, merced al ritmo tan alto que impusieron desde el inicio las grandes favoritas: Carmen Viciosa (Vicky Food Athletics), campeona de las dos últimas ediciones, Alba Sanz (AD Sprint), que venció hace menos de una semana en la Milla de Navidad de Cuéllar, y Gema Martín (Bilbao Atletismo), triunfadora en multitud de carreras este 2022. Al paso por la primera vuelta de las dos dispuestas por el CD Rondilla, club organizador, las dos internacionales iban por delante del resto, con varios segundos de ventaja. En primera posición tiraba Martín, con Viciosa haciendo la goma, como comúnmente se dice. En la segunda vuelta, la salmantina asestó el golpe definitivo y abrió una brecha ante quien tantas veces ha sido su rival hasta llegar a la meta con 25 segundos de ventaja, parando el crono en 21:02.
«Cuando entras la primera solo puedes decir que se ha dado muy bien. Cuando empiezas nunca sabes cómo se va a plantear la carrera, pero he seguido mis impulsos y mis sensaciones y hemos podido irnos desde el principio. Me gusta correr, entregarme y competir contra gente que no se rinde y que te ayuda a sacar lo mejor de ti», analizaba tras la victoria Gema Martín, ensalzando a Carmen Viciosa, a quien aplaudió cuando llegó. El compañerismo entre ellas estuvo por encima de cualquier rivalidad, habida cuenta de lo acostumbradas que están a competir entre ellas. Con el permiso de Viciosa, sin embargo, para Martín el triunfo fue especial, dado que «fue la primera 'San Silvestre'» que corrió «desde muy pequeñita» y es una prueba a la que tiene un gran aprecio «por el cariño que pone la organización».
Gema Martín sabía ya lo que era rivalizar con sus compañeras en las calles de Valladolid, donde ha coincidido también con el vencedor de la categoría absoluta masculina, Rubén Sánchez (Vino de Toro Caja Rural); tanto es así que este mismo 2022, hace apenas tres meses, los dos ganaron la Media Maratón Ciudad de Valladolid. Sánchez coincidió en la meta en el análisis del circuito con su compañera; ambos destacaron sus curvas, subidas y bajadas, que hacen de la prueba una particular. Además, el vallisoletano ya se había subido anteriormente tres veces al podio: en las dos últimas ediciones fue segundo y tercero y, antes de la primera, había estrenado su palmarés. Este conocimiento le servía para saber dónde y cuándo debía atacar, si es que tenía piernas para hacerlo, como así fue. Al paso de la primera y de la segunda vuelta iba encabezando, con Daniel Hernando (AD Marathon) dando cada vez mayor sensación de dificultad a la hora de perseguirle. Entonces, mientras doblaban a corredores con menor ritmo, dio el último golpe y se marchó en busca de la victoria, para la cual empleó un 27 minutos y 19 segundos. Segundo acabaría Daniel Martínez (Vicky Foods Athletics), que adelantó finalmente a Daniel Hernando, quien empleó tres segundos más que él: 27:58.
Publicidad
«Sé que Daniel (Hernando) está muy fuerte; el fin de semana pasado corrimos en Salamanca y me ganó, pero sabía que este terreno le podía ir un poquito peor que a mí. Conozco la carrera y sé que a partir de la vuelta y media tienes que doblar a mucha gente, y quería llegar despegado ahí. Siempre hay mucho nivel y viene mucha gente», analizó sonriente el campeón del Cross de las 12 Uvas, una sonrisa que no le abandonaría tiempo después, cuando subió al podio, de igual forma que no lo haría la pequeña que le acompañó de la mano al cajón más alto. También, con una sonrisa de esas difíciles de olvidar. Como lo son en ocasiones las lágrimas.
Emoción y no solo diversión
Después de varios meses duros, por qué no decirlo, malos, de incertidumbre y estrés, provocado por una recaída en una grave enfermedad, Javier Mardones atravesó la línea de meta con el alta debajo del brazo recién obtenida. Según lo hizo, buscó el hombro del compañero con el que iba y rompió a llorar, algo que podía carecer de sentido para quien no conocía su historia. Su llegada se produjo en medio de un gran grupo, por lo que seguramente muchos no repararon en él o en su aspecto. Sin embargo, hubo quien sí lo hizo, como Jesús, histórico speaker de estas pruebas, y que sabe por lo que ha pasado. El emotivo abrazo que se darían más tarde indicaba cuánto se ha quedado atrás, un camino con más vaivenes que los tres kilómetros del circuito, con más que las tres vueltas que esta vez pudo quedar. Un trayecto del que volvió a salir ganador y que ojalá no necesite volver a transitar ni aun pudiendo levantar los brazos de nuevo.
Publicidad
Mientras corría, eran muchos los que lo hacían a su alrededor disfrazados. Hubo varios payasos, con nariz roja de circo incluida, estuvieron Epi y Blas, algún integrante del Triatlón Pisuerga con tutú, una Pantera Rosa, una Blancanieves a la que le faltaba un enanito… Participó hasta Forrest Gump, animándose a sí mismo con una camiseta que decía «run, Forrest, run!» («¡corre, Forrest, corre!»). Se trataba, en el fondo, de correr para uno mismo, por batir una marca o simplemente por hacer ejercicio, pero, de paso, para aprovechar la jornada festiva para disfrutar entre amigos y con otros más de 1.500 atletas, los que tomaron la salida de una prueba veterana como es este cross, que cumplió 38 ediciones bajo la organización del Club Deportivo Rondilla y con el apoyo de patrocinadores históricos como El Corte Inglés o el Ayuntamiento de Valladolid.
3€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión