Wintering y De la Fuente llevan al UEMC a la victoria en Gerona

El Real Valladolid dominó los dos primeros cuartos con comodidad, estuvo a punto de dejarse la victoria por un mal tercer cuarto y el recital anotador de Sabat y acabó reponiéndose con la veteranía de De la Fuente y la calidad de Wintering en las jugadas finales del partido.

El control del encuentro lo tuvo el equipo de Roberto González desde el salto inicial hasta el descanso, a pesar del 4-0 inicial del Girona. Wintering marcó a su antojo el ritmo de juego que más le convenía al Valladolid hasta que las faltas personales obligaron al técnico del conjunto vallisoletano a mandarlo al banquillo como precaución y Pippen y De la Fuente fueron dominadores de ambas zonas y del rebote, algo clave para el estilo de juego de su equipo.

La intensidad defensiva y las ayudas fueron otro factor más que decantaba el dominio del partido y del marcador para el UEMC Real Valladolid, al igual que su aportación en las rotaciones de banquillo con Pantzar y Puidet como referencias. Así, tras un parcial de 2-14, alcanzó una diferencia de 13 puntos (15-28) en los mejores minutos de juego coral del equipo de Roberto González. Solo la salida a pista de Albert Sabat y su capacidad anotadora desde el triple, con dos consecutivos en la última acción del primer cuarto y la primera del segundo, frenaron el aluvión de juego del Valladolid y abrieron otro tipo de partido en el segundo cuarto.

Porque ahí el Girona apretó en defensa y se volvió un choque con más fallos y bajos porcentajes de tiro. Casi tres minutos tardó el Valladolid en anotar su primera canasta por mediación de Pantzar y más de seis en que llegase la segunda anotada por Pippen. Con este pobre bagaje ofensivo, la ventaja fue reduciéndose, aunque el desacierto en el tiro libre del conjunto de Carles Marco favoreció que con un buen final de cuarto de Pippen, de nuevo la diferencia llegase a los nueve puntos (26-35) a 2:59 para el descanso.

Fue el momento de nuevo de Sabat, que dio algo de vida a su equipo antes del intermedio, al que se llegó con cinco puntos de ventaja para el Valladolid (31-36), pero con la sensación de tener bajo control el partido a poco que recuperase el juego de ataque del primer cuarto.

Pero esa sensación de superioridad se desvaneció en el reinicio. El conjunto de Carles Marco le puso un plus de intensidad y Sabat siguió con su recital anotador en el triple, mientras el bando pucelano perdía su buena lectura en el juego de ataque, las referencias anotadoras, el control en el rebote y la intensidad defensiva, que ni con la zona que impuso Roberto González, fue capaz de solventar que el Girona consiguiese un parcial de 19-2 en los primeros cuatro minutos del cuarto para poner 14 puntos de ventaja (52-38).

Y ahí llegó el momento de la reacción del cuadro forastero a base de recuperar la intensidad defensiva, el control del rebote y con el referente de De la Fuente como líder, comenzando la recuperación con un triple. Pantzar y a cuentagotas Pippen sumaron y aprovechando los minutos de rotación de Sabat, el parcial de 6-17, metió de lleno en al Real Valladolid para el último cuarto (58-55).

Fue el momento en que Kuiper, desaparecido hasta este momento, emergió en el ataque vallisoletano y consiguió volver a poner por delante a su equipo (60-62) a 6:49 para el final, en un choque en el que claramente cada canasta y cada punto era un sufrimiento para los dos equipos. La vuelta a pista de Sabat volvió a llevar al Girona a liderar el marcador (68-64) a 2:43 para el final y el Valladolid contó con que Wintering, que no había existido en el juego desde su buen primer cuarto, con un triple y tres tiros libres consecutivos, fue el jugador clave para contrarrestar el protagonismo de Sabat que llevaba visos de triunfo para el Girona y que todavía intentó con un triple final a siete segundos.