«En España no es barato el vino, es demasiado barata la uva»

Es ingeniero agrónomo y Master of Wine, el mayor reconocimiento del mundo en materia de vino, una especie de sabio sobre las variedades, las zonas, la comercialización y de todo lo que se pueda imaginar alrededor de este néctar adorado por tantos. Pero la vida laboral de Pedro Ballesteros transcurre como funcionario en la Unión Europea. Ballesteros, que fue uno de los protagonistas en Duero Wine en Valladolid, también forma parte del consejo asesor de The Wine Edition, el congreso dedicado al vino dentro de Madrid Fusión Alimentos de España 2022, que regresa del 28 al 30 de marzo.

–Según dice hay tres o cuatro Riberas del Duero, pero parece que nadie que quiera poner el cascabel al gato y clasificar los suelos, ¿ese sería el camino?

–El tema es complejo. Hay dos formas de crear valor. Lo que interesa es que en Castilla y León haya una población rural dinámica, y esperanzada, que no se sienta en desventaja frente a la gente de la ciudad y que, además, quiera que alguno de sus hijos o hijas sigan en el campo. Y para eso hay que contemplar todo el espectro de precios y de calidades en el vino. No creo que solucione el problema elaborar solo grandes vinos diferenciados, el vino barato tiene que tener su espacio porque genera actividad económica y crea ocupación en el territorio. Pero lo importante no es incrementar volúmenes, lo que tiene sentido es incrementar valor de forma estable.

–Si no se supera el pago de los costes de producción de la uva, el agricultor arrancará la viña.

–La relación entre el precio de la uva y el precio de la botella de vino sigue siendo muy pequeña, cuando comparas con otras regiones europeas. Si tenemos en cuenta que más o menos con un kilo de uva se produce una botella, en Francia el precio de un champán barato es como mínimo el doble del precio del kilo de uvas. Aquí estamos hablando de relaciones de uno a ocho, uno a nueve o de uno a diez en los vinos baratos. Los vinos no son baratos, lo que es terriblemente barato es el precio de las uvas en muchas zonas porque destruye el territorio y no permite el relevo generacional en el campo.

–Vinos ecológicos, orgánicos, veganos, cada vez tiene más prestigio lo ecológico. ¿Es unamoda o una necesidad?

–Es una obligación ser respetuosos en el campo ahora que tenemos muchos conocimientos sobre el cambio climático. A partir de un nivel de precios, la mayoría de los grandes vinos del mundo son ecológicos, lo que pasa es que ninguno de ellos lo pone en la etiqueta porque el respeto al viñedo y al entorno va implícito a la grandeza. Me encanta lo que ha hecho la Denominación de Origen Calificada Cava, que ha anunciado de que a partir de 2025 todos sus vinos serán ecológicos.

–¿Lo tienen que plantear desde los consejos reguladores?

–Claro. No puedes utilizar eso como argumento comercial, es vacuo, es una obligación moral. Las autoridades de cada territorio tienen que exigir que, a partir de una determinada fecha, sean todos ecológicos.

–¿Habría que proteger los viñedos viejos?

–Claro. Y sobre todo en Castilla y León, que tiene uno de los grandes patrimonios de viñedos viejos del mundo (enfatiza). Tendría que haber una figura de protección. Es una limitación a la propiedad privada, pero justa. Al fin y al cabo, una viña vieja no solo es tuya, también es de los que la trabajaron antes. El beneficio económico puede ser tuyo, la capacidad de destruirla, no.

–¿Existe algún ejemplo en el mundo?

–Existe un ejemplo en Australia, que tiene un patrimonio de viña viejísima maravilloso; han creado una clasificación con las viñas más viejas certificadas. También en Sudáfrica para salvar algunas viñas viejas en lugares increíbles y casi imposible de acceder. Y hay una iniciativa privada en Chile. Cada vez hay más movimientos en este sentido pero no existe una figura de protección de la viña vieja como patrimonio natural.

–Una lástima porque en Castilla y León hay muchísimas, en Cigales, en Toro, en Rueda, en Ribera del Duero, en Bierzo...

–Sería algo tan sencillo como impedir el arranque y compensar económicamente con una prima única al productor.

–Al contrario, se ha subvencionado el arranque.

–Más de la mitad de viñedos de garnacha que ha perdido Cebreros han sido para plantar viñas en espaldera en otras zonas más mecanizadas. Es absurdo. Yo creo que ahora, más vale tarde que nunca, es el momento de plantear esa demanda, no se si al Gobierno de España o a la Junta de Castilla y León, la creación de una figura de protección del viñedo viejo y explicar a los propietarios que no son libres para arrancar una viña porque hay una parte que es patrimonio de todos.

Temas

• Vino
• Castilla y León