Encuentran cepas de Benedicto, una variedad que se creía extinguida y que es la madre del tempranillo

Las expectativas de la familia Luis Cañas, propietaria de Dominio de Cair, son altas porque cuentan con una importante superficie de viñedo viejo en una zona a la que no llegó la concentración parcelaria y donde sobreviven muchas viñas de más de 70 años, en la que podrían encontrar otras variedades en desuso. «Ha sido muy emocionante encontrar Benedicto en las viñas de Cair. Intuimos que nos vamos a llevar sorpresas», aseguran desde la bodega a través de una nota de prensa.

Dominio de Cair cuenta con 33 hectáreas de viñas en propiedad y controla otras 70 en la Ribera del Duero. Las cepas de Benedicto han sido identificadas en los viñedos que hay junto a la bodega. Con las uvas halladas se han vinificado de forma experimental unas 50 o 60 botellas de vino. El objetivo es analizar si los resultados invitan a replantar con estas cepas de Benedicto.

Es la segunda sorpresa relacionada con este cepaje. Hace un año, el mismo bodeguero anunciaba el hallazgo de 37 cepas de Benedicto en sus viñas de Rioja Alavesa. Ahora, sabe que las viñas viejas que cultiva en Ribera del Duero albergan también cepas de esta variedad cuyo apodo 'la madre del tempranillo', no deja dudas sobre su relevancia histórica que tuvo esta casta en el pasado. Hasta la fecha, apenas se había podido localizar alguna cepa aislada por Madrid, Aragón y Navarra.

Antiguamente era muy habitual que en los viñedos convivieran distintas variedades tintas y blancas. De hecho, se considera que la tempranillo es el resultado de un cruce entre la casta tinta Benedicto y la blanca albillo mayor. La tempranillo es más productiva que la hallada ahora, lo que provocó que se arrancara.

Desde 2016, la familia Luis Cañas está inmersa en un proyecto de recuperación de variedades con el que ha llegado a censar cerca de 40 castas de uva minoritarias en sus viñedos de Rioja Alavesa. El proyecto ha sido llevado a cabo por el propio equipo técnico de las dos bodegas de la propiedad familiar (Luis Cañas en Villabuena de Álava y Amaren en Samaniego), con la colaboración del Instituto de la Ciencia de la Vid y del Vino y el apoyo del CDTI. Se trata del mismo equipo, liderado por Rubén Martínez, que se ocupa de la viticultura y la enología en Dominio de Cair.