Bancales en la Ribera del Duero

Propiedad de Antonio Vázquez Muñoz-Calero y su familia, en 2016 este joven empresario leonés decidió segregar parte de los viñedos de la Bodega Señorío de Nava para crear el proyecto San Cobate con el objetivo de elaborar vinos de finca que expresen al máximo la personalidad de los suelos y la uva. De hecho, la producción anual no llega a las 50.000 botellas. Presidente y consejero delegado del grupo By Vamuca (con hoteles y restaurantes en León y en Madrid y la bodega Vinos de León en Valdebimbre), Antonio Vázquez se incorporó a la empresa familiar tras la muerte de su padre en 2011, con tan solo 24 años.

El nombre de este proyecto procede del monasterio de San Cucufate o San Cucufato, construido a mediados del siglo XI en este hermoso valle, donde los monjes benedictinos tenían huerta y viñas. He aquí otro ejemplo una zona vitivinícola vinculada a un monasterio. Todo el viñedo está plantado en espaldera y cuenta con sistema de goteo por si es necesario regar en años de sequía extrema.

César Román, Mejor Sumiller Europeo en 2014, es el director comercial y de exportación. El experto explica las características de los suelos de las distintas parcelas de la finca y cada uno de los vinos que elabora el enólogo guipuzcoano Iñaki Otegi, director técnico y de desarrollo de proyectos, y autor de la conocida sidra de hielo Malus Mama. Se trata de vinos muy gastronómicos, cuyos principales clientes están en Bélgica, Francia y el Reino Unido y también en restaurantes con estrella Michelin de Madrid, País Vasco y Cataluña.

En la parte más baja del valle los suelos son arcillosos limosos, con algo de arena. A medida que se asciende, la arcilla limosa se mezcla con la caliza, mientras que en la parte más alta la tierra es de piedra caliza, turba y arena. San Cobate La Finca se elabora con una cuidada selección en viñedo de racimos procedentes de cuatro zonas diferentes de la finca por lo que es el vino más representativo del proyecto. San Cobate Bancales de Jalón es una referencia con gran personalidad, de carácter rústico y potente por las duras condiciones en las que vive la viña en suelos de poca profundidad. San Cucufate Altos del Viso (1.200 botellas). Es fresco y delicado con notas aportadas por la gran altitud del viñedo y la roca caliza. La frescura y armonía en boca va a permitirnos disfrutar de este vino durante un gran número de años envejeciendo en perfectas condiciones. Las notas calizas en boca hacen de éste un vino excepcional.

Uno de los vinos más reseñables es San Cucufate Monasterio (1.200 botellas), cuyas uvas proceden de una parcela de suelos arcillosos, calcáreos y de roca caliza en la que ya había una viña hace diez siglos, cuando labraban la tierra los monjes benedictinos.