El cine del compromiso
Los hermanos Dardenne reflejan una Europa con problemas que no han cambiado treinta años después
Jorge Praga
Jueves, 20 de noviembre 2025, 07:28
El director y su época. Jean-Pierre y Luc Dardenne han compartido la escritura, dirección y producción de todas sus películas a lo largo ... de cincuenta años. Una colaboración no muy usual entre hermanos, aunque con ilustres representantes: los Coen, los Taviani, los Wachovski. Los Dardenne nacieron en Lieja (1951,1954), en los tiempos en que la gran industria ligada a las explotaciones mineras vivía sus mejores momentos. Pero pronto llegó la decadencia y el desmantelamiento de las fábricas de la cuenca del Mosa. El cine de los Dardenne se fraguó a la vera de esa crisis que machacó la Región Valona. La delincuencia, el paro, la emigración, las desigualdades, todo lo que estaba en las calles de Lieja fue subiendo a sus obras con un marcado carácter social y político que les acerca a autores como Ken Loach, Mike Leigh o a su compatriota Chantal Akerman.
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En sus inicios trabajaron en el cine documental. Cuando se embarcaron en guiones de ficción trataron de mantener el control de sus obras, lo que les llevó a fundar Les Films du Fleuve, productora de todos sus largometrajes. Otros realizadores, como Jacques Audiard o el rumano Cristian Mungiu también acudieron a la productora de los Dardenne. 'La promesa' ganó la Espiga de Oro en 1996 y les dio reconocimiento internacional, refrendado por el estreno de sus siguientes películas en el festival de Cannes. Ganaron la Palma de Oro por 'Rossetta' y 'El niño', obteniendo siempre algún galardón con las demás. En la última Seminci estrenaron 'Recién nacidas'. Su anterior obra, la estremecedora 'Tori y Lokita', volvía sobre la explotación de los emigrantes en Europa, tema central en 'La promesa'.troducción.
La película. El cine de los Dardenne ama la línea recta, se acerca a los problemas sin que apenas haga falta ninguna introducción. El espectador reconoce con facilidad los personajes, las heridas. 'La promesa' se rueda en 1996 en los suburbios de Lieja, pero trata problemas universales sin desdeñar las raíces locales. Vista hoy, en la Europa crispada de 2025, sus protagonistas y los cruces en que se enredan están de plena actualidad: tráfico ilegal de emigrantes, explotación, racismo. Y desamparo. En la amplia galería de personajes todos sufren de una manera u otra. Los emigrantes, en manos de empresarios mafiosos, llevan una existencia paupérrima, siempre al límite de volver a la calle, sin ninguna cobertura legal. Los que les explotan viven salpicados de la misma suciedad, envueltos en broncas y peligros.
Los Dardenne ruedan con pocos artificios: una cámara que se mueve con libertad, que va de un rostro a otro como un observador privilegiado. Una puesta en escena que reúne en plano medio la acción y sus figurantes. Y unos actores que parecen estar interpretándose a sí mismos, lo que en algunos casos es literalmente cierto. Las riberas industriales del Mosa ponen el marco lúgubre que empapa la historia, en la que solo nos queda como refugio el talante indeciso del protagonista, Igor, un muchacho educado en la delincuencia que se conmueve por la desgracia de una inmigrante y su bebé, aislados tras la muerte del marido de ella.
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La marca de autor. La lectura que hacen los Dardenne de su sociedad, que es la nuestra, evita cuidadosamente cualquier rastro de psicologismo que justifique los hechos. Los protagonistas están dibujados con esmero: padre brutal (un «padre padrone», a la manera de los Taviani), adolescente ladrón, emigrantes sufrientes y embrutecidos, gente de la cuneta. Pero ninguno detenta el mal, la culpa, el alma del diablo. Todos son víctimas de un sistema que obliga a unos a extorsionar y explotar y a otros a emigrar fuera de su país, indefensos y maltratados. Los inmigrantes se refugian como pueden en sus costumbres, en su lengua, en su cultura africana de pensamiento animista. Pero la denuncia no apunta a nombres o a conductas, sino a las estructuras sociales de nuestra sociedad capitalista y colonizadora. Menos mal que se nos regala la ternura que crece en el corazón de Igor, luz que alienta el avance por esta sórdida y espléndida p
La promesa
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Directores: Jean-Luc y Pierre Dardenne. Intérpretes: Jerémi Renier, Olivier Gorumet, Assita Ouedrago. Bélgica/ Francia, 1996. Jueves, 20, en los Broadway, a las 20:00 h.
elícula.
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