Vasilys Petrenko y Valentina Lisitsa, en el Miguel Delibes.

«Hace 20 años en la Joven Orquesta de la UE había un español, hoy son el 30%»

Vasily Petrenko vuelve a dirigir la Sinfónica de Castilla y León con un programa ruso

Victoria M. Niño

Jueves, 28 de abril 2016, 12:19

Le aburrió el Manchester-Real Madrid. Esperaba resarcirse con la cita futbolera de ayer, «a ver qué hace Guardiola». Vasily Petrenko (San Petersburgo, 1976) se mimetiza con lo español cuando está en España, quién sabe si con lo noruego cuando está en Oslo o con lo británico, cuando dirige en Liverpool. Es titular de las sinfónicas de estas dos ciudades además de la Joven Orquesta de la Unión Europea. Esta semana vuelve a ponerse al frente de la Sinfónica de Castilla y León, de la que ha sido director principal invitado. Con ella afronta la maratón que supone la Octava, de Shostakovich, y el Concierto nº1 de piano, de Rachmaninov.

Publicidad

Ha grabado la integral sinfónica del primero con su orquesta en Liverpool, «me lo sé de memoria, como la integral de Mahler, de Brahms, de Tchaikovsky», dice el ya veterano director. Sus compromisos se han multiplicado, por eso esta semana los conciertos están separados por la jornada del viernes en la que Petrenko debe volar a Munich. «Yel domingo a Minnesota, donde haré el mismo programa que aquí». Le interesa Estados Unidos «por el sistema diferente de funcionamiento y por el público, pero no me imagino siendo titular a la vez en ambos lados del Atlántico». Con su orquesta de Oslo va a grabar a Scriabin y los poemas sinfónicos de Strauss. Sigue ampliando su repertorio de ópera, que abarca ya más de 30 títulos, pero lo que le produce especial satisfacción es su tercer año al frente de la Joven Orquesta de la Unión Europea. «Están los mejores músicos de Europa entre los 18 y 25 años. Dirigirlos es como si tocarán su primera y última vez cada obra, es fácil provocar su entusiasmo y en una semana de trabajo comienzan como excelentes músicos y acaban como un equipo, como una orquesta. He visto cómo eran amateurs y luego lograban puestos de solistas en buenas orquestas europeas».

Su relación viene de largo, así que conoció esta formación hace 20 años «cuando había un solo músico español y ahora son el 30%. Entonces, la mayoría eran ingleses, alemanes y austriacos. Ahora no». En octubre volverá a Madrid a dirigir el día 10 la Orquesta de Cadaqués, cuyo concurso ganó. Será otra escapada entre sus conciertos en Oslo y Baltimore. Ya sabe que para llegar a tiempo volará de Madrid a Estambul y de allí a Washington. «Mi sueño es que los días tengan 48 horas», dice sonriendo.

Las manos de Lisitsa son las que darán vida al Concierto nº1 de piano de Rachmaninov. «Es una música muy rusa y, sin embargo, cuando oyes el segundo movimiento sin referencia alguna es un eslabón entre Schumann y Grieg, tan nacionalistas y a la vez, construyendo una tradición musical universal», (demuestra en el teclado las similitudes mientras habla). Valentina Lisitsa (Kiev, 1973) reside en París, pero no olvida su país. «He estado recientemente, he dado ocho conciertos en cinco días. Toqué en barrios donde la gente no tiene qué comer y, sin embargo, al oír la música cambian sus rostros. He visto niños que me recordaban a mí. Cuando parece que no se tiene nada, la gente aprecia la música, es un alimento. Allí no es un lujo sino una necesidad, una bocanada de aire fresco. La música, estas grandes obras, son patrimonio de todos». Fura la espera su esposo, el pianista con el que ganó su primer concurso internacional. Ahora él dirige la incansable actividad musical de ella en Youtube.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

3€ primer mes

Publicidad