Sucedido, acaecido, ocurrido

Hablamos Delibes y yo no pocas veces de este introito narrativo, al que yo califiqué siempre de carismático, porque tras él «la narración fluye sola, espontánea, algo parecido a lo que ocurre con el arranque del Quijote».

Miguel solía reírse de mis ocurrencias, y más si yo me atrevía a aplicar el susodicho comienzo novelesco a la biografía y vocación literaria del propio escritor. Aunque con este enfoque personalista Delibes solía mostrarse más acorde.

–Sí –ratificaba–, si no llega a ser por una serie de circunstancias fortuitas, yo no hubiera llegado nunca a ser novelista. Pues claro que en mi vida, como en la de mi personaje Daniel, el Mochuelo, las cosas podían haber sucedido de cualquier otra manera a como sucedieron.

Pero hoy, ya en la recta final de estas mis 'horas con Delibes', quiero volver al inicio de 'El camino', a raíz de dos anécdotas recientes sobre la literalidad de dicho comienzo. Las dos relacionadas con la televisión. La primera se refiere a una pregunta de un concurso televisivo, en la que había que adivinar a qué novela pertenecía la frase «las cosas podían haber acaecido de cualquier otra manera...»

¿Acaecido? ¿No hemos repetido mil veces que Delibes había escrito «sucedido»? ¿Que 'El camino' comienza «Las cosas podían haber sucedido de cualquier otra manera»? Pues sí... y no. Me explico: en 1999 inaugura Delibes una colección que titula 'Mis libros preferidos', y arranca con un primer volumen en el que se incluye 'El camino', además de otras dos novelas. Y aquí es donde salta la liebre. Donde Delibes decide introducir un pequeño cambio en el arranque del libro y leemos: «Las cosas podían haber acaecido de cualquier otra manera y sin embargo sucedieron así».

–Es por no repetir el mismo verbo dos veces en la misma línea –argumentó el novelista ante mi extrañeza.

Le mostré abiertamente mi desacuerdo, y en la edición de las 'Obras Completas', de 2007, y a partir de entonces en las sucesivas ediciones, Delibes volvió a reconsiderar y rescatar el verbo y decidió dejarlo como originariamente había salido de su pluma en 1950.

¿Y lo de «ocurrido», que aparece también en el título de esta croniquilla? ¡Pues porque no ha tanto, en un reportaje televisivo sobre Delibes, volvió a saltar el gazapo en boca de un contertulio ilustrado que citó de memoria el inicio de 'El camino', cambiando el «sucedido» por... «ocurrido»!

Sinónimos

¡Pues no! Cuando se cita a un clásico –y Delibes lo es– hay que ser riguroso en extremo. ¿Cómo nos sonaría «en un sitio de la Mancha, de cuyo nombre...»?

¿Nimiedades, chinchorrerías? En las obras maestras no hay lugar para nimiedades ni insignificancias. Dicho bien y pronto: que en la vida del niño Daniel, el Mochuelo, protagonista de 'El camino', las cosas podían haber sucedido de cualquier otra manera a como sucedieron; y otro tanto podemos asegurar en la vida del novelista Miguel Delibes. Sucedido, no acaecido ni ocurrido. Cada cosa en su sitio y con su denominación irremplazable. ¿Y los sinónimos, entonces? Miguel Delibes dijo una vez, en una entrevista radiofónica con Luis del Olmo, que los sinónimos son casi siempre dudas y vacilaciones de la acepción certera. Punto en boca.