La Asociación Lírica Bohemios celebra sus 30 años con dos espectáculos de zarzuela
El Auditorio de la Feria de Muestras acogerá las representaciones en las que participarán 45 voluntarios los días 20 y 21 de mayo
«No buscamos voces excelentes ni conocimientos de solfeo o música, solo personas comprometidas con ganas de aprender y disfrutar de la música». Con este ... reclamo lleva la Asociación Lírica Bohemios treinta años captando tenores, sopranos, barítonos y contraltos, pero ante todo, entusiastas de la zarzuela hasta haber podido formar un grupo de aficionados «muy heterogéneo» de entre diez y setenta años. «A lo largo de todo este tiempo hemos realizado decenas de montajes; a todos los que participamos de esta aventura nos gusta cantar y bailar, la zarzuela tiene un encanto especial aunque sea antigua en sus orígenes», resume Ana González Sanz, directora artística.
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Estos días apuran los últimos ensayos antes afrontar sus próximos compromisos, ambos en el Auditorio de la Feria de Valladolid. El primero de ellos, el sábado 20 de mayo (19:30 horas, 15 euros la entrada de un día, 20 las dos sesiones). Será un homenaje a sus compañeros Santiago Trigueros, Tino Alonso, Pilar Vega, Enrique Laparra y Matilde Trigueros, todos ellos componentes del grupo fallecidos en los últimos dos años. Con la Joven Orquesta Sinfónica Punta del Este, de Valladolid, interpretarán 'Agua, azucarillos y aguardiente'. Al día siguiente, domingo, en el mismo escenario ofrecerán el espectáculo 'Un paseo de 30 años', en el que harán un repaso a la trayectoria del colectivo a partir de temática goyesca, madrileña y castellana, en el que tendrán cabida temas como 'La verbena de la Paloma', 'La revoltosa' o 'El barberillo de Lavapiés', entre otros.
Aunque la sede de la asociación figura en la calle Industrias, es en el centro cívico de la Pilarica donde ensayan dos o tres días a la semana. En sus orígenes, una parte de los integrantes del colectivo procedían de otras agrupaciones como Amigos de la Zarzuela, Tomás Bretón o Lírica Castellana. «Empezamos como un hobby, siendo unos quince, y poco a poco aquello fue tomando forma, engordando en número de efectivos y actuaciones, siempre pocos medios pero una gran ilusión. Así hemos llegado hasta cumplir ahora treinta años», rememora González Sanz.
«Cuando la gente joven se acerca a uno de nuestros espectáculos se quedan sorprendidos »
Ana González Sanz
Directora artística de la Asociación Lírica Bohemios
El de 'Los miserables' es uno de los montajes musicales de los que se sienten más orgullosos. «Llevamos puestas en cartelera un montón de obras de zarzuela, hacemos montajes en las Ferias de la Virgen de San Lorenzo y también creamos espectáculos en torno a un hilo conductor con fragmentos de varias obras, bien de temática marinera, goyesca, castellana...».
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Uno de los logros de los que se sienten más orgullosos es de contar con participantes infantiles en buena parte de sus representaciones. «En 'Agua, azucarillos y aguardiente' intervienen cinco niñas y tres niños que cantan, siempre tenemos algún cantante infantil que se nos une, son nuestra cantera». Otro rasgo distintivo de sus montajes es que suelen contar con academias de baile, orquestas y otros colectivos artísticos. En esta ocasión, para 'Un paseo de 30 años' han 'fichado' a la Academia de Artes Escénicas Enjoy, de Valladolid. «Se dedican a hacer musicales, cantan, actúan, hacen bailes de calle y les vamos a dar la oportunidad de romper un poco los bloques de zarzuela para que puedan hacer varios números».
Ensayos y reguetón
De lo más variopinto es el perfil de quienes forman parte de la Asociación Lírica Bohemios, «dando cabida a amas de casa, estudiantes, trabajadores y jubilados; ensayamos dos o tres días por semana, suelen ser martes y viernes, y a veces se les convoca durante otras jornadas para pasar letra, hacer arreglos de formación en el escenario que no dependan de la música...», apunta la directora artística.
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Desde el colectivo Bohemios observan que entre las butacas de salas y auditorios «la zarzuela cuenta cada vez con más seguidores», aunque el público potencial debe aún vencer resistencias ante un género vinculado al costumbrismo y arrinconado bajo el concepto de género chico que, aseguran, cautiva cuando se sabe disfrutar de él. «El año incluimos números de ópera vistosos de 'Carmen' en una zarzuela y cuando vino a vernos gente joven se quedaron en 'shock'; se esperaban un peñazo y se encontraron con un espectáculo que disfrutaron; hasta que no van a una zarzuela no se dan cuenta de lo que hay, esto es una cosa entretenida y para todas las edades, no solo de reguetón vive el hombre», bromea Ana González Sanz.
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