Artesanía del XXI, hecha a mano y con aperos digitales

Las nueve escuelas de Castilla y León han visitado el recinto donde 32 creadores exhiben sus habilidades. Algunas como Diana Sanz y Ana Lozano, alumnas del Ramón y Cajal, lo hacen en directo. Han logrado que su amigo Nicolás Toribio acepte ser el modelo en el que trabajan para transformarle en un Avatar Fuego.

Primero lo han diseñado en papel y en la pantalla, han preparado la prótesis del torso, un escudo de látex. Ydesde las 10:00 h. le aplicaban crema, polvos, agua color para desdibujar a la persona y crear el personaje. «Nos gustaría trabajar de esto. Estudiamos maquillaje y caracterización, también posticería, podemos hacer una peluca desde cero, también diseño en 3D», explican mientras Nicolás desaparece.

Muy cerca expone sus esculturas negras José Manuel Jiménez. Recicla neumáticos y los convierte en perros, orangutanes, jardineras, pero son las rosas en diferentes formatos lo más llamativo. «Lo que me sobra es materia prima. Reciclo neumáticos, lleva mucho tiempo limpiarlos, cortarlos. Hay quien lo trabaja pero lo deja en negro, soy el único que lo acaba así, pintado en colores», dice este escultor que subraya que su producto no admite otro tratamiento que el manual. «A mí lo que me gusta es trabajar en el taller, echo muchas horas y no me importa. Necesitaría alguien que me vendiera lo que hago», cuenta el minucioso creador de flores de caucho con muchos kilómetros encima.

Patricia Martín convirtió su pasión por tejer en Tuft Eliges. «El tufting es una técnica que se hace con una pistola en una malla tensada». Teje alfombras, cuadros, bastidores, y para los que no puedan gastarse mucho, «la huella personalizada de su mascota».

Hubo una mesa redonda sobre videojuegos. «También los ilustradores son artesanos», aclara Félix Sanz, director del Centro Regional de Artesanía de Castilla y León (Cearcal). «Queremos mostrar que los oficios creativos son algo vivo que se adapta a su tiempo y al mercado. El sector tiene 6.000 empleos directos».