Castilla y León
Los vigilantes de incendios advierten del riesgo de eliminar las torretas: «Nos están cambiando por un sistema que no funciona»Trabajadores, sindicatos y políticos advierten de las deficiencias de la red de cámaras que sustituyen al operativo humano
Isabel G. Villarroel
Miércoles, 9 de julio 2025, 11:15
Mientras Castilla y León entra en el corazón del verano con el riesgo de incendios forestales en su punto más alto, los trabajadores del operativo ... Infocal (Plan de Protección Civil ante Emergencias por Incendios Forestales en Castilla y León) alzan la voz para denunciar una situación que califican de «inaceptable y peligrosa».
Publicidad
Los vigilantes de torretas de vigilancia y operarios de motobombas aseguran que la Junta está «incumpliendo los acuerdos alcanzados en el Diálogo Social tras los devastadores incendios de 2022, desmantelando puestos clave y generando una situación de desprotección que pone en riesgo montes, pueblos y vidas».
Silvia, trabajadora en una de las torretas de vigilancia forestal en Soria, lleva varios veranos observando el monte desde las alturas. Este año, sin embargo, su preocupación no solo está en el horizonte sino en lo que está ocurriendo en su propio operativo. «El operativo está incompleto, desorganizado y absolutamente desatendido. Se están cerrando torretas de vigilancia, no se cubren las bajas y los refuerzos prometidos por la Junta brillan por su ausencia. Hay zonas enteras sin cobertura visual humana, que depende de nosotros para detectar los incendios antes de que sea tarde», critica con contundencia.
Según explica, en cuanto a la situación en Soria, torretas como la de Deza están directamente cerradas. Otras, como Valderromán, Cigudosa, o Masegoso, se encuentran en activo solo a medio gas, con un turno operativo y sin cobertura en el resto del día. En un operativo basado en la detección rápida, esta falta de personal supone un agujero en la vigilancia. «Las torretas detectan incendios que las cámaras no ven. Los prismáticos y el conocimiento del terreno no se sustituyen con tecnología defectuosa. Las cámaras que han instalado ni siquiera están operativas en muchos casos. Aun así, la Junta insiste en su plan de eliminar las torres y dejarlo todo en manos de un sistema automatizado que ya ha demostrado su ineficacia», afirma Silvia.
Publicidad
En el centro de la polémica está la apuesta de la Junta por sustituir las 'torres humanas' por un sistema de cámaras privadas, en muchos casos aún inactivo o con limitaciones graves. «Nos están reemplazando con un sistema que no funciona. Las cámaras tienen un ángulo limitado, no pueden distinguir si un humo es una barbacoa o un incendio, y no tienen en cuenta el viento, el entorno o la experiencia, y nosotros sí. Lo triste es que parece un plan calculado porque no reponen personal para que las torres se queden vacías, y así justifican su cierre», añade.
Los datos avalan la crítica porque la instalación de cámaras ha supuesto una inversión de más de 15 millones de euros en los últimos tres años, mientras que las contrataciones de personal fijo o eventual se han congelado. «No hay bolsas de empleo activas. No nos dejan ni cubrir las bajas con eventuales. Solo quieren personal fijo, pero no sacan plazas. Es una trampa. Estamos bajo mínimos y lo saben», resume Silvia.
Publicidad
Y en el mismo sentido, desde la Unión del Pueblo Leonés (UPL) ha reclamado hoy a la Consejería de Medio Ambiente que deje sin efecto la reducción de los efectivos de las torres de vigilancia de incendios forestales y ha advertido de que no dudan de que «los modernos medios técnicos digitales como las cámaras pueden redundar en una mejor vigilancia, pero ello como apoyo a los medios humanos existentes y nunca sustituyendo unos por otros, pues la experiencia, conocimiento del terreno y capacidad de análisis del personal especializado son insustituibles», según ha resumido el secretario de Infraestructuras y Medio Ambiente de UPL, Enrique Valdeón.
La visión desde las motobombas
La denuncia no se queda en las torretas. Nacho, representante sindical de UGT y trabajador en el sector de las autobombas, confirma que la situación es crítica en todos los frentes del operativo Infocal porque «estamos igual o peor. En autobombas hay dotaciones que funcionan con sólo dos personas. Algunas están completamente vacías. La Junta no ha creado correturnos, ni sustituye personal de baja, ni incorpora refuerzos. En algunos casos llaman directamente a gente del paro, sin formación, para salir al monte con una manguera», critica.
Publicidad
Según explica el sindicalista, la Junta está ignorando los acuerdos firmados en 2022, tras la tragedia de la Sierra de la Culebra, donde fallecieron varias personas y ardieron decenas de miles de hectáreas. Aquel verano se prometió una profesionalización del operativo, con personal todo el año, mejores condiciones y refuerzos garantizados. «Tres años después, seguimos siendo temporales, seguimos sin formación adecuada, sin personal suficiente y con declaraciones públicas de altos cargos de la Junta diciendo que este operativo es un 'derroche', pero qué más tiene que pasar para que reaccionen».
La situación afecta también al medio rural. Muchas de las torretas están ubicadas en pueblos pequeños donde estos puestos de trabajo representaban empleo joven, estabilidad e incluso dinamización local. «Este trabajo fija población en los pueblos. Pero lo cierran, y luego se llenan la boca con la lucha contra la despoblación. Nos están desmantelando desde dentro», denuncia Silvia.
Publicidad
Tanto Silvia como Nacho coinciden en que la Junta está aplicando una estrategia de vaciamiento progresivo del operativo público para, posteriormente, justificar su privatización porque «esto no es desorganización casual. Hay una intencionalidad clara. Nos dejan sin personal, sin recursos, sin capacidad de respuesta, y luego nos acusan de ineficacia. Así allanan el camino a las empresas privadas, con contratos millonarios para poner cámaras que no funcionan».
Un verano de riesgo extremo
Las condiciones meteorológicas del verano de 2025 no ayudan. Las temperaturas extremas y la vegetación acumulada hacen que Castilla y León afronte una campaña de alto riesgo. Sin embargo, el operativo no parece estar a la altura. «Tenemos medios, tenemos experiencia, tenemos voluntad. Pero no tenemos respaldo. No hay nadie al volante. Es como si quisieran que esto arda para justificar sus cambios. Pero no vamos a quedarnos callados», concluye Nacho.
Noticia Patrocinada
Los trabajadores piden una reacción urgente, solicitan «la reapertura inmediata de todas las torretas, cobertura total de las plantillas, la activación de bolsas de empleo, la profesionalización y dotación anual del operativo y la evaluación independiente de las cámaras instaladas».
3€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión