La Junta refuerza la seguridad ante la vuelta al cole: mascarilla obligatoria y sin extraescolares

El avance de la pandemia en Castilla y León (hoy sumó 457 nuevos casos, hasta alcanzar el total acumulado de 33.331 en la comunidad) ha obligado a la Junta a reforzar, en tan solo una semana, las medidas de seguridad que se exigirán en la vuelta a las aulas, prevista para el 9 de septiembre en Infantil y Primaria (el 14, en Secundaria y Bachillerato).

Así, los escolares a partir de segundo de Primaria tendrán que usar de forma obligatoria la mascarilla, incluso aunque haya una separación de metro y medio entre pupitres. Hasta hace unos días –así lo recordó la consejera de Educación, Rocío Lucas, el pasado miércoles–, el protocolo permitía quitarse la mascarilla en clase si se podía mantener esa distancia de seguridad. Ahora ya no.

Los estudiantes deberán portar la mascarilla en todo momento (en pasillos, zonas comunes y también dentro del aula) y solo se librarán de esta obligación los alumnos de Infantil y de primero de Primaria, tal y como explicó este miércoles el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, quien recalcó que el inicio del curso escolar será presencial en todas las etapas educativas. «El riesgo cero no existe, pero apostamos por la presencialidad», insistió Fernández Mañueco, quien recordó que medidas como la obligación en el uso de las mascarillas contribuirá a generar «seguridad y confianza».

Además, la Junta ha decidido suspender las actividades extraescolares, al menos, durante el primer trimestre y a la espera de cómo evolucione la situación sanitaria. El protocolo anterior –en vigor aún la semana pasada– recomendaba «minimizar» el uso de estas actividades «por el riesgo de contagio que suponen para el alumnado» y recordaba que los equipos directivos de los centros deberían «tener en cuenta el riesgo/beneficio» de su convocatoria.

Este miércoles, el presidente Fernández Mañueco anunció que no habrá extraescolares en lo que queda de año 2020 y que «se ampliarán los plazos y si es posible el presupuesto» en las solicitudes de excedencias y reducciones laborales en aquellas familias para las que las extraescolares suponían un respiro en materia de conciliación.

El uso obligatorio de mascarillas (desde segundo de Primaria)y la suspensión de las extraescolares son las dos últimas medidas adoptadas por el Gobierno regional para encarar la vuelta al curso escolar, que este año supondrá un desembolso extra de 75 millones de euros para reforzar las plantillas docentes (se ha anunciado la contratación de 800 profesores; de ellos, 600 para la pública) y extremar las medidas de seguridad en los centros (con equipos de protección, dispensadores de gel, señalización de direcciones en zonas comunes, habilitación de aulas por las nuevas ratios...).

«En Castilla y León (con 1.300 colegios, 14.400 aulas) estamos preparados para el inicio del curso escolar», aseguró el presidente de la Junta, quien anunció la creación de 'equipos covid-colegio', que se encargarán de afrontar los casos en los que se produzca algún positivo en las aulas. Aunque todavía hay dudas sobre cómo se actuará ante una situación así(se intentarán despejar este jueves en una reunión entre el Gobierno y las comunidades autónomas), Castilla y León ya ha fijado unos mínimos de intervención.

Así, cada centro tendrá una «persona de referencia en el ámbito sanitario» a la que acudirá si ese colegio o instituto se enfrenta a un caso sospechoso de coronavirus. Ese profesional será el encargado de hacer el «seguimiento y control».

El primer paso, ante un caso sospechoso, será aislar en su casa a toda la clase (si se trata de Infantil o primero de Primaria) o al profesor y a las personas de «contacto estrecho», en el resto de cursos. Será el profesional sanitario quien determine quiénes son esas personas más cercanas: con toda seguridad, los compañeros de los pupitres más próximos y los alumnos con los que haya estado más cerca en el recreo. La prueba se hará a todo alumno con síntomas, para descartar que se trata de coronavirus y no se confunde con un catarro o una gripe.

Si ese alumno sospechoso diera positivo, sería el momento en el que se haría la prueba PCR a todo su grupo, el profesor y todos los alumnos, así como a las personas con las que hubiera tenido relación fuera de su aula. «Los equipos covid-colegio realizarán esos test en un plazo no superior a 36 horas», aseguró Fernández Mañueco, quien añadió que las muestras se enviarán para su estudio a los laboratorios de las universidades «y no a los de los hospitales, para reforzar y no saturar el sistema sanitario». Esa clase con casos positivos, se tendría que quedar en casa y seguir su educación a través de plataformas digitales, con formación 'on line'. Los familiares (padres, abuelos...) que convivan con ellos serán atendidos a través del equipo de rastreadores de la red de atención primaria.

Y a partir de ahí, la Junta se remite a la reunión telemática de hoy con el Gobierno para aclarar qué ocurrirá en otros supuestos. Por ejemplo, ¿qué pasa si el alumno que da positivo tiene hermanos? ¿Cómo se intervendrá en la clase donde estudia ese hermano? ¿Tienen que guardar cuarentena de 14 días los casos sospechosos, aunque hayan dado negativo en la prueba PCR y presenten síntomas? «Esperamos que para todos estos detalles haya una respuesta nacional. Al menos, unos mínimos en los que todas las autonomías nos pongamos de acuerdo», apuntó el presidente de la Junta, quien tampoco precisó en qué momento, ante qué número de casos en la sociedad, se suspenderían las clases y se recurriría a la enseñanza 'on-line'.

«No estamos en esa situación, no se dan esas circunstancias. Habría que ir viendo la evolución de la pandemia, pero hoy hay que lanzar un mensaje de tranquilidad y seguridad ante la vuelta presencial al colegio», aseguró Fernández Mañueco, quien afirmó, sin concretarlas, que están «previstas todas las alternativas en función de las circunstancias»

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