Ocho hospitales de Castilla y León carecen de radioterapia

Prevención, diagnóstico y tratamiento. Los tres pilares para cualquier patología y especialmente fundamentales en los procesos oncológicos. La detección precoz y la terapia bien ajustada, claves del éxito. Y cuando el cáncer es ya una realidad palpable, el tratamiento cuanto más accesible mejor, porque bastante carga física y emocional es padecer un tumor como para tener que viajar kilómetros para recibir radioterapia. Tampoco es falso que cada acelerador lineal para resultar rentable en todos los sentidos ha de tratar a un número suficiente de pacientes. Es lo que defiende la Consejería de Sanidad a la hora de dar argumentos sobre la carencia de estos servicios en algunos hospitales; lo que lleva a ese desagradable viaje de los enfermos. Y son cientos las personas que en Castilla y León reciben el diagnóstico de un tumor ,y muchos miles, las consultas y las terapias. El próximo jueves se celebra el Día Mundial del Cáncer que, en esta ocasión, se centrará en el relevante papel de los voluntarios;pero es también una jornada para recordar que recursos, humanos y técnicos, es calidad en la atención.

En Castilla y León, todos los hospitales disponen de Servicio de Oncología Médica, con excepción del comarcal de Medina del Campo, que tiene como centro de referencia el Clínico de Valladolid. Son 61 los especialistas que atienden las 11.994 primeras consultas con datos de 2014 y en el 2015, hasta noviembre, son ya 11.482 y cuantas le suceden, es decir, otras 151.329 en un año.

Hay trece hospitales con Oncología, por lo tanto, pero no todos tienen radioterapia. Así, estas unidades están instaladas en seis complejos que suman, algunos tienen varios, once aceleradores lineales. En torno a estas unidades de referencia se organiza, en función de demanda, población y criterios demográficos, la atención a toda la comunidad. Burgos, Salamanca, León, el Clínico vallisoletano y Zamora disponen de estos tratamientos, que llegan a 4.718 enfermos al año de sus propias provincias y derivados de otras, como los 400 anuales que registra Palencia o Soria y suman un centenar más otras como Segovia o Ávila.

Los pacientes oncológicos de la comunidad reciben asistencia radioterápica en prestaciones de radioterapia externa, braquiterapia y radiocirugía.

Según explican fuentes de la Consejería de Sanidad, la radioterapia externa, en la que se introduce al paciente en la camilla de un acelerador lineal, se aplica en los once Servicios de Oncología Radioterápica de la comunidad, y disponen de las técnicas de radioterapia de intensidad modulada (IMRT) y guiada por imagen (IGRT) que permiten la realización de tratamientos más precisos y con menor toxicidad para el paciente. El complejo salmantino además dispone de un equipo de Tomoterapia que incorpora una tomografía axial computerizada (TAC) al acelerador lineal (AL).

En cuanto a la braquiterapia, la fuente radiactiva se introduce dentro del paciente, de un modo temporal o permanente, utilizando fuentes de baja o alta tasa de dosis. Esta técnica se presta en dos servicios radioterápicos de la comunidad, el de Salamanca y el Clínico de Valladolid. Ambos realizan la braquiterapia de alta tasa ginecológica para el tratamiento del cáncer de cérvix, y el primero es, además, el centro de referencia regional para la prestación. El hospital vallisoletano realiza la braquiterapia de baja tasa prostática y oftalmológica, y es de referencia autonómica en el primer caso y nacional para los ojos.

Desde abril de 2015 además, la comunidad cuenta con Radiocirugía Estereotáxica en el hospital de Burgos y el proyecto de Sacyl es ampliar esta prestación en el Complejo Asistencial de Salamanca a lo largo de este año.

En el año 2014 se atendieron en los Servicios de Oncología Radioterápica de la comunidad a 5.020 pacientes, 4.718 con el tratamiento de radioterapia externa en los aceleradores lineales, y 302, con la técnica de braquiterapia.

En el pasado ejercicio, en la actividad realizada hasta el mes de noviembre, estas unidades trataron a 4.882 pacientes en los servicios de oncología radioterápica, 4.637 con radioterapia externa, y 245 con braquiterapia. El mapa de recursos asistenciales de Sacyl se cierra con sus 30 oncólogos radioterapeutas.

Además, como novedad en el abordaje de esta patología, en marzo de 2015 Sacyl introdujo las pruebas genéticas en cáncer de mama en la cartera de servicios. Unos tests que se hacen a mujeres diagnosticadas de cáncer de mama cuyo tumor reúne unos criterios de selección establecidos, en relación al tamaño del tumor, afectación ganglionar, existencia de receptores hormonales y otros. Estos análisis proporcionan la información genética intrínseca del cáncer de cada paciente o huella genética del tumor, personalizando la indicación del tratamiento de quimioterapia.

De este modo, se evitan tratamientos quimioterápicos en pacientes con criterios clásicos de agresividad; pero bajo riesgo genético. Al mismo tiempo, se trata a las pacientes que no habrían recibido terapia según los criterios clásicos, pero cuyo cáncer presenta una huella genética de alto riesgo.