El 112 atribuye al uso de braseros de cisco el aumento de casos de intoxicación

La crudeza con la que ha empezado este invierno no solo se mide en las nieblas o en el desplome de temperaturas, sino también en unas cifras de intoxicados por inhalación de monóxido que se han disparado en tan solo dos meses y medio y que han hecho saltar las alarmas en el servicio de emergencias 112 de Castilla y León. Este jueves, por ejemplo, fueron cuatro personas más, una de ellas un bebé, las que han pasado a engrosar esta estadística. Un niño de cuatro meses y una mujer de 66 años resultaron afectados, respectivamente, en Ávila capital y Piedrahita. La primera asistencia se solicitó para el pequeño en la tarde-noche del miércoles. En la vivienda hay una caldera de gas y saltó el detector de monóxido. Poco antes de esa hora, L. M. S., de 66 años, resultó intoxicada a causa de la mala combustión de un brasero, en su domicilio de la calle Barco de la localidad abulense. Esa misma noche, en la localidad salmantina de Villasbuenas, dos octogenarios (I. V. M. y F. M. V.) resultaron intoxicados en su domicilio de la calle Lanchas por las emanaciones del brasero de cisco.

Desde el 1 de octubre pasado hasta ayer mismo se han contabilizado 130 pacientes atendidos como consecuencia de respirar este gas, 42 personas más que en el mismo período del año anterior, lo que significa un incremento del 47,7%, casi el doble. En muchos de estos casos, el denominador común que se esconde tras la muerte dulce es la pobreza energética: la carestía de la factura que comportan los modernos sistemas de calefacción hace que las familias apaguen el interruptor y retornen a los braseros tradicionales y calefactores baratos con más peligro que garantías.

Si bien son las provincias de León, Salamanca y Valladolid las que, por el momento, se han producido más casos, fuentes de Emergencias han advertido de que se están produciendo numerosas incidencias en las zonas rurales de Zamora, Salamanca y Ávila como consecuencia de la utilización de braseros de cisco, un sistema de calefacción que los expertos desaconsejan por su alto riesgo. En la página web del 112 y en las redes sociales los especialistas en protección civil alertan sobre los riesgos que comportan algunos de ellos pero, indican, «Internet no llega a muchos pueblos y, además de las zonas de sombra, vive gente muy mayor que no usa las tecnologías».