Rollitos de canela con frosting de queso

Para el prefermento

310 g de leche tibia

11 g de levadura

1 cucharada de azúcar

Para la masa:

530 g de harina de fuerza

50 g de azúcar

1 huevo

150 ml de leche

70 g de mantequilla derretida a temperatura ambiente

1 cucharadita de vainilla

½ cucharadita de sal

Para el relleno:

70 g de mantequilla a temperatura ambiente

200 g de azúcar moreno

2 cucharadas de canela en polvo

Para el glaseado o frosting

190 g de queso crema

30 g de azúcar glas

3 cucharadas de leche

Elaborar el prefermento: mezcla la leche tibia con la levadura y el azúcar. Remueve bien y deja reposar durante 10-15 minutos hasta que la mezcla espume.

Hacer la masa: En un recipiente grande, tamiza la harina y añade el azúcar y la sal. Incorpora el huevo, la leche, la vainilla y la mantequilla derretida. Agrega el prefermento y mezcla bien hasta obtener una masa homogénea.

Amasa durante unos 10-15 minutos hasta que la masa esté elástica y no se pegue a las manos. Forma una bola, colócala en un bol ligeramente engrasado y cúbrela con un paño. Deja que se esponje y repose durante aproximadamente 1 hora o hasta que doble su tamaño.

Preparar el relleno: mezcla la mantequilla derretida pero ya temperatura ambiente con el azúcar moreno y la canela hasta obtener una pasta homogénea.

Formar los rollos: Cuando la masa haya levantado, estírala sobre una superficie enharinada formando un rectángulo de aproximadamente ½ cm de grosor. Extiende el relleno uniformemente sobre la masa.

Enrolla la masa desde el lado más largo hasta formar un cilindro. Corta en porciones de unos 3 cm de grosor y colócalas en una bandeja engrasada o con papel de hornear, dejando un poco de espacio entre ellas. Cubre con un paño y deja reposar 20-30 minutos hasta que vuelvan a crecer.

Horneado: Precalienta el horno a 180°C y hornea los rollos durante 20-25 minutos o hasta que estén dorados.

Mientras tanto, preparar el frosting de queso crema: bate el queso crema con el azúcar glas y la leche hasta obtener una crema suave.

Cuando los rollos estén listos, déjales reposar unos minutos y estando todavía calientes, extiende el frosting por encima