El barrio de La Victoria, en alerta por la puesta en libertad del asesino de Olga Sangrador
Los vecinos del barrio vallisoletano de La Victoria comentan el rumor de que Juan Manuel Valentín Tejero ha sido visto en la calle Fuente el Sol
REBECA ALONSO
Viernes, 29 de noviembre 2013, 10:24
En el barrio vallisoletano de La Victoria y, especialmente, en la calle Fuente el Sol, los malos recuerdos se han reabierto intensamente con la puesta en libertad del violador Juan Manuel Valentín Tejero. En esa calle, el asesino de la niña de 9 años Olga Sangrador vivió durante años y trabajó en un quiosco y en unos recreativos propiedad de sus progenitores, en constate contacto con niños que acudían a jugar con las máquinas o a comprar chucherías. De hecho, algunos vecinos ya cuentan que se le ha visto por la zona, un rumor que aún no se ha podido demostrar y que se alimenta de la confusión que reina sobre su imagen, ya que al salir de la cárcel cubrió su aspecto con gorra, gafas de sol, pelo largo, barba y bigote. A ver si nos llega también una foto de él para poder identificarle, comentaba una vecina haciendo alusión a la imagen del violador del ascensor que se filtró hace pocos días por las redes sociales.
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A los malos recuerdos que inundan de nuevo el barrio se une el miedo. Cuando se cometió la violación y el crimen de la pequeña de Villalón, Valentín Tejero se encontraba en un permiso penitenciario, uno de los varios que le otorgaron tras cometer diversas violaciones y agresiones sexuales a menores. Ahora, los niños y niñas que acudían al quiosco y a los recreativos rondan los treinta años y aún tienen miedo, especialmente las mujeres. Recuerdo que iba a menudo al quiosco hasta que en el barrio se supo que había violado a varias menores. Entonces mis padres me prohibieron terminantemente entrar, relata una mujer que creció en La Victoria y que prefiere no desvelar su identidad por temor. Recuerdo que cuidaba mucho su aspecto y que a veces bajaba la mirada. También me acuerdo del revuelo cuando ocurrió después lo de Olga Sangrador. Dicen que en un bar del barrio dijo: qué hijo de puta habrá hecho eso, cuando había sido él. Otra mujer de la misma edad que también pasó su infancia en La Victoria asegura que en Villalón la herida está muy abierta. En estos últimos años he escuchado mucho hablar del tema en la zona de Villalón y Medina de Rioseco.
Ese miedo también está presente en padres y abuelos, que temen que vuelva a reincidir, como en tantas otras ocasiones, y que regrese al barrio, ya que al salir de la cárcel ha fijado su residencia oficialmente en Santovenia de Pisuerga (donde vive su mujer con sus hijos) y en la calle Fuente el Sol de La Victoria. Los que tienen ahora hijas pequeñas afirman que van a estar en alerta. La indignación, la incomodidad y el desagrado afloran en el barrio, donde proliferan los corros de vecinos comentando la noticia y que temen encontrarse en cualquier momento con el exrecluso. A pesar de las dos décadas que han trascurrido, el recuerdo de Juan Manuel Valentín Tejero es ahora más nítido que nunca en La Victoria.
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