La imaginación, herramienta clave para triunfar con el 'craft'

La burbuja inmobiliaria y la crisis económica han producido en los últimos años un notabilísimo descenso de las actividades del sector de la construcción y el urbanismo. Por ello, un gran número de profesionales de la arquitectura ha tenido que buscar alternativas al modo de ejercer esta profesión que, hasta hace poco, pasaba principalmente por diseñar, construir o enseñar. Y así, dos jóvenes arquitectas vallisoletanas, Elena Macías (36) y Noelia Galván (33) se han reinventado y han reorientado su profesión. Amigas y antiguas compañeras de trabajo, decidieron tomar las riendas de su futuro y dirigirlo, como autónomas, por el camino del emprendimiento, con la empresa Eymyfriends que realiza proyectos de arquitectura, diseño de interiores o diseño gráfico.

Eymyfriends les ha supuesto una oportunidad para compaginar su profesión con una nueva faceta de trabajo. «Teníamos nuestras carreras, posgrados, cursos, idiomas ¿Qué nos faltaba? Pues una inyección muy grande de optimismo y afán emprendedor. Hay una corriente positiva que está empezando a despertar. En este país hay un montón de emprendedores que han convertido sus aficiones en trabajo para no ceder a la dejadez del difícil mercado laboral», explica Elena.

Su actividad principal es ofrecer talleres lúdicos y creativos de diferentes asuntos, pero con dos denominadores en común: el diseño y lo hecho a mano. Su punto fuerte es la versatilidad y la innovación. Les gusta cuidar cada detalle y los acabados de sus trabajos. Se consideran especialistas en crear buen ambiente. Y el 'craft' ha inundado sus vidas por completo. «Desde que recuerdo he tenido esa capacidad de crear con las manos, de pensar con las manos, y de hacer cosas para regalar o para mí misma, y que son muy distintas de los productos que se pueden encontrar en una tienda. Eso es 'craft', el oficio del que trabaja con sus manos y que piensa con ellas», explica Noelia. Trabajan con telas, papel, cartón, pero siempre de una forma divertida y no convencional, tratando de potenciar las capacidades artísticas de los asistentes a sus talleres. «Intentamos acercar a la calle el arte entendido como creación manual. De modo que en nuestros talleres se unen la arquitectura, el diseño y el 'craft' para generar vínculos sociales. Decidimos hacerlo en forma de talleres porque las dos teníamos experiencia en la enseñanza y nos atraía la idea de crear una comunidad de gente interesada por los mismos temas. Poco a poco lo estamos consiguiendo», dice Noelia.

Autónomas desde hace tiempo, no se han encontrado con grandes inconvenientes a la hora de montar su actividad. No disponen de una sede social fija. Por ello, su centro de operaciones suele ser Coworking Café, un espacio de trabajo compartido con otros profesionales. «Se lo recomendamos a todos los que quieran emprender y no puedan alquilar», indican. Hasta allí llegaron tras el éxito de convocatoria de su primer taller, dedicado al envoltorio navideño. «Pensamos que seríamos poquitos y que lo podríamos impartir en el estudio de arquitectura RE- Creativos, que Elena comparte con su pareja. Y un par de días después teníamos tanta gente apuntada que ya no cabíamos en la sala y tuvimos que buscar un espacio para los talleres», recuerdan.

Noelia y Elena están muy satisfechas con la buena acogida que están teniendo sus talleres en la ciudad. Los favoritos quizá sean los dedicados a la máquina de coser, para los que cuentan con la colaboración del diseñador de moda José, de José Martín Costura. Ambas tienen debilidad por la temática japonesa y sus alumnos lo disfrutan a lo grande, destacando los de pintura sumi-e, envoltorio otsutsumi, telas y origami. Para los niños han impartido talleres con madera en el Museo Nacional de Escultura.