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MIGUEL ÁNGEL LÓPEZ
Domingo, 2 de diciembre 2012, 22:34
Cuando para, Alicia Sornosa visita a sus padres en la casa familiar de Riaza. Pero para poco. Como si hubiera asumido el apodo de su padre (Jaime, piloto y periodista, conocido como 'Correcaminos') está siempre de un lado a otro. Acaba de llegar de México y Guatemala, el fin de semana lo ha pasado en Riaza y, el miércoles viajará a Colombia; allí, en Bogotá, le espera 'Descubierta', la moto BMW con la que está a punto de finalizar la vuelta al mundo. Terminará en febrero después de recorrer Sudamérica.
Alicia Sornosa (Madrid, 1973) ama el mundo del motor desde niña; vio a su padre correr rallys, en circuito y carreras de montaña, las tres modalidades de las que fue campeón de España y con las que obtuvo el bagaje para ser un reconocido periodista del motor. Creció con el aroma de la gasolina alrededor y ha heredado la pasión por recorrer caminos como piloto y periodista «Con 20 años corrí el Trofeo RACE de Turismos y algunas carreras de orientación en vehículos 4x4, y siempre he tenido mucha afición a los coches y la aventura», asegura en un momento de su descanso temporal en Riaza.
Y no se cansa de conducir ni de viajar. En septiembre de 2011, otro periodista escritor y viajero, Miquel Silvestre, le pidió que le acompañara en la Ruta de los Exploradores Olvidados; fue un viaje de varios meses, «y entonces decidí emprender la vuelta al mundo, primero con él por Egipto, Sudán, Etiopía, Kenia e India; luego sola por Australia y Estados Unidos, desde Los Ángeles a Seattle, y después Canadá (la Columbia Británica y el Yukón) y Alaska, donde coincidí con otros viajeros españoles». Continuó por Canadá, llegó a Calgary, de allí marchó a Chicago y viajó a Nueva York, «allí, en septiembre de este año, cumplí la vuelta al mundo, pero tenía que seguir porque me faltaban muchos países».
Continuó en octubre. Después de un alto para participar en la BMW Raiders, un encuentro en la estación oscense de Formigal, regresó a Nueva York; montó de nuevo en 'Descubierta' «después de un parón los primeros kilómetros son los que más cuestan, pero de nuevo encontré compañía» y enfiló la costa Este norteamericana para bajar hasta Cayo Hueso (Key West), el extremo suroeste de Florida, donde «pervive el alma española». De allí, a México, a Laredo, Guadalajara, DF, Oaxaca, Chiapas, Tapachula y la frontera guatemalteca. «En Guatemala he vivido una de las experiencias que más me han impresionado, el devastador terremoto de 7,5 grados». Temblaba la moto, temblaba el suelo.
Después de Centroamérica viajó a Puerto Rico invitada por la delegación de BMW del estado asociado, y luego otro parón, a Madrid por razones logísticas, a ver a la familia. Dentro de tres días viajará a Bogotá, donde le espera 'Descubierta', fiel compañera y «la moto perfecta». «Es una BMW F65; la compré en 2009, he hecho con ella más de 58.000 kilómetros y, a día de hoy, solo he tenido que cambiar el tren de arrastre por seguridad, no porque estuviera mal».
Le espera la ruta de Sudamérica, que espera terminar en febrero para terminar esta aventura. Pero ya tiene otras previstas. Primero, viajar al Cabo Norte (Noruega) en febrero con la Expedición Aurora Borealis para fotografiar una aurora; luego, en Semana Santa, otra vez en moto, a Marruecos.
Contactos
Cerca ya del final, son tantos los recuerdos que le cuesta decidirse. «Me gusta Canadá, un continuo bosque y un país lleno de vida salvaje, donde los glaciares me han hecho llorar; de África, Kenia es de lo que más me ha gustado; me ha impresionado la superpoblación de India, que desde la moto se nota todavía más; en estados Unidos hay lugares impresionantes, pero es casi un parque de atracciones donde no te dejan salir del camino, y Australia no imaginaba que fuera una isla tan gigantesca, que tuviera esas distancias».
De todo, «lo que más me está gustando es el contacto con las personas de todo el mundo. La gente es buena, aunque nos tienen asustado con las guerras y lo que nos dejan ver por la ventanita de la televisión». Y sí, «en todas partes quieren las mismas cosas: estar con los amigos y la familia, tener un techo y poder comer».
Deja claro que «la gente debe saber que los viajes no se financian solos. Trabajo para varias revistas, como Autoaventura 4x4 y, con TwEnergy doy charlas de superación para empresas», pero también cuenta su experiencia de forma altruista: «Voy a contar el viaje a gente que necesita un poco más de ilusión, como enfermos de cáncer o a los niños de orfanatos, aunque estos es un poco de egoísmo puro, para sentirme bien y aprovechar el viaje que estoy haciendo».
Alicia viaja sola, bien pertrechada, equipada por 2TMoto, con 'Descubierta', con el amparo de TwEnergy la asociación de Enresa dedicada a temas de ecología y medio ambiente y el patrocinio de BMW y otras empresas. Pero no está tan sola en las carreteras, casi siempre encuentra alguien que le acompañe en algún tramo, como los españoles El Búfalo y Daniel Solaris, el matrimonio canadiense de Sara y Daniel en México, y cientos más que ha ido encontrando en todo el mundo. Es cansado, pero gratificante, como recoge en su diario de viaje en Internet: «En los viajes el corazón se hace grande, absorbe lo bueno, se hace esponjoso, se nutre».
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