Tiendas de la avenida de Segovia se alían para animar el consumo navideño en Delicias

Las hermanas Paula y Mila Miguel, de la mercería María Henar, ya han comenzado a instalar en su tienda unas grandes estrellas de colores, y los pijamas y la ropa de niño comparten escaparate con unas larguísimas tiras de espumillón. Aquí, en este negocio de la avenida de Segovia, ya ha llegado la Navidad, e incluso una estrella en la puerta anuncia unas ofertas especiales con motivo de estas fechas. Moisés Valentín Garrido, de la tienda de regalos Moiva, también le ha querido dar un pellizquito a la Navidad y ya ha colocado una cascada de luces a la entrada de su establecimiento. «Es solo un detalle, ya vendrá luego la decoración entera», advierte Moisés.

Son, de momento, dos pequeños indicios de cómo se preparan los cuarenta negocios de la avenida de Segovia para una campaña de Navidad que se intuye complicada en el comercio (de todo el país) por culpa de los recortes. Pero aquí, en la principal arteria comercial de Delicias «le llaman la calle Santiago del barrio», dice Paula han decidido apostar por lo cercano, unir hombros para relanzar el comercio durante estos días e insuflar espíritu navideño a la vía. Y eso, a pesar de que este año no haya arcos de Navidad. Algunos, como Moisés, lo lamentan. Pero desde la asociación de comerciantes explican las razones para esta baja. «La colocación de los arcos el año pasado nos costó 5.850 euros y los comerciantes tuvimos que aportar 1.800. El resto, lo pagarían las administraciones, el Ayuntamiento. Este año nos hemos concienciado del momento de crisis en el que vivimos y hemos decidido no instalar arcos, que ese dinero que ponía el Ayuntamiento lo pueda destinar a los más necesitados, a otros programas y nosotros, los comerciantes, con un poco menos de dinero de lo que aportábamos para los arcos, llevaremos a cabo nuevas ideas», explica Begoña Bajo, secretaria de la asociación de comerciantes de la avenida de Segovia. Así, durante los próximos días, la mayor parte de los establecimientos de la calle tendrán a su entrada un árbol de Navidad decorado por ellos. Y a eso, se unirá el sorteo de una cesta con productos donados por las tiendas de la calle. «Daremos a nuestros clientes una papeleta por cada compra y al final de la campaña haremos el sorteo», explica Beatriz Blanco, la segunda generación al frente de Bolsos Trini, el negocio que sus padres abrieron hace 42 años. «Es una manera de fidelizar a unos clientes que ya nos conocen desde hace muchos años», asegura Blanco.

Apoyo del barrio

Al final, el objetivo es potenciar la imagen de una vía con una profunda historia comercial, de una calle que es casi una «gran superficie al aire libre» donde el vecino de Delicias puede encontrar zapaterías, tiendas de moda, de ropa infantil, mercerías, ópticas, electrodomésticos, perfumerías, librerías y pastelerías, sin olvidar tiendas de grandes cadenas de telefonía, peluquerías o locales de tatuaje. «Aquí se puede encontrar todo lo que se esté buscando para regalar», explica Mila Miguel, quien junto con su hermana Paula se vino hace diez años desde el Paseo de Juan Carlos I a esta vía noble del comercio de Delicias para abrir su mercería. «Hace años los locales aquí estaban cotizadísimos. Ahora hay alguno cerrado».

«Nosotros estamos muy concienciados con la situación económica por la que atraviesa el barrio. Delicias es una zona obrera y aquí la crisis se nota de manera muy clara. Y el comercio quiere echar una mano», explica Begoña Bajo, quien recuerda que son los establecimientos de proximidad, las tiendas de barrio, las que contribuyen a dotar de vida a estas zonas. «Una calle sin comercio apenas tiene movimiento, es más insegura, más triste. Los pequeños negocios son los que mantienen con vida los barrios», resumen desde la asociación de comerciantes de la avenida de Segovia.

La Asociación Familiar Delicias ya ha lanzado una campaña de carteles en la que anima a los vecinos a consumir en el barrio. Ahora, la intención es intensificar esta idea durante la Navidad con proyectos alternativos. «El dinero que costaría la instalación de los arcos, se puede destinar a otro tipo de políticas sociales. Si nos dijeran que los arcos garantizan el aumento del consumo, los pondríamos sin dudarlo, pero tampoco es garantía», concluyen desde la asociación.