El Jueves Lardero, ¡chorizo, pan y huevo!
Cientos de sorianos se echan a la calle para merendar en compañía de amigos y familiares
ISABEL G. VILLARROEL
Jueves, 16 de febrero 2012, 22:45
Los carnavales de Soria comienzan con una arraigada tradición, el Jueves Lardero, día en el que es típico merendar pan, chorizo y huevo. Pese a que el tiempo no ha acompañado este año, cientos de sorianos han salido a merendar a la calle y otros cientos lo han celebrado en casa o en los restaurantes de la capital quienes estos días empapelan sus escaparates con ofertas de baratos menús para cuadrillas donde no falta el lomo, el chorizo y el huevo.
El Jueves Lardero en la provincia de Soria se celebra todos los años entre los jóvenes e incluso los mayores. El refrán para este día es 'Jueves lardero, chorizo, pan y huevo' y la tradición consiste en merendar con amigos y seres queridos, el chorizo, pan y huevo. Se suele acompañar con torreznillos sorianos, panceta adobada y curada que se fríe con abundante aceite hasta que rompe la corteza. Los más jóvenes realizan la merendola en el campo, a pesar de las bajísimas temperaturas que se dan por estas fechas en Soria y más aún este año.
La tradición varía de unos pueblos a otros en la provincia, en algunos municipios como Monteagudo de las Vicarías, los chicos merendaban en el campo y comían unos postres típicos denominados piñas elaborados con masa de harina y miel. En Arcos de Jalón el pan típico para esta jornada denominada también 'día de la merendilla' se llama mollete. Lo mismo ocurre en Santa María de Huerta, donde el mollete se acompaña de rosquillos y bolillas que se asemejan a las piñas de Monteagud. Este día siempre es el jueves antes del miércoles de ceniza, esta relacionado con los 40 días de ayuno de antes de Semana Santa.
Hace años que ya el carnaval ha perdido su ambiente festivo en Soria y ha quedado relegado a un pobre programa de actividades dirigidas a los más pequeños con espectáculos infantiles, concursos de disfraces con baja participación y apenas una discomóvil en la plaza céntrica de la capital. El escritor e historiador soriano Antonio Ruiz Vega lo deja muy claro al ser preguntado por «este carnaval moderno». Explica que «se muestra en Soria como la más melancólica de las fiestas y no veo por lado alguno motivo de alegría o regocijo en ella y parte porque, como Caro Baroja, opino que solo se justifica como oposición a la Cuaresma cristiana».
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