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INOCENCIO MARTÍN
Viernes, 28 de agosto 2009, 03:05
H AY acontecimientos históricos especiales, cuyo recuerdo lleva a celebraciones de diversa índole, que no dejan indiferentes, al menos a determinadas personas. Uno de estos acontecimientos es la Catorcena, cuyo origen remonta al año 1410 y que, desde entonces, dio pie a que 14 parroquias de Segovia se comprometieran a celebrarlo, cada año una de ellas, en una Fiesta especial en torno a la Eucaristía. Este año le ha tocado a nuestra parroquia de Santa Eulalia.
Para que la celebración de esta Fiesta centenaria no quedara reducida a unos cuantos días, en la parroquia hemos querido, durante todo el año pastoral, reavivar nuestra fe en la Eucaristía, de modo que de verdad «la Eucaristía sea el centro y culmen de la vida cristiana, el corazón y el alma de nuestra comunidad parroquial» (Concilio Vaticano II).
Ahora nos disponemos a celebrar el Septenario (30 de agosto a 5 de septiembre) recordando los tres aspectos que el Papa Juan Pablo II quiso resaltar: La Eucaristía, Misterio de Luz-Fuente y expresión de Comunión- Proyecto de misión.
Con este motivo nos proponemos ayudar solidariamente un proyecto social en Mozambique, dedicando a este fin las colectas de todo el Septenario.
A este respecto, hacemos nuestras las palabras de Juan Pablo II: «La Eucaristía es un modo de ser que pasa de Jesús al cristiano y, por su testimonio, tiende a irradiarse en la sociedad... Recibir la Eucaristía es entrar en profunda comunión con Jesús y con su Cuerpo... No nos hagamos ilusiones; por el amor mutuo y, en particular, por la atención a los necesitados se nos reconocerá como verdaderos discípulos de Cristo. En base a este criterio se comprobará la autenticidad de nuestras celebraciones eucarísticas. Interpelados por las necesidades de tantos hermanos, no podemos cerrar el corazón a sus peticiones de ayuda...»
La Madre Teresa decía a sus religiosas: «Jesús en la Eucaristía y Jesús en los pobres, bajo las especies del pan y bajo las especies del pobre, eso es lo que hace de nosotros contemplativos y testigos en el corazón del mundo».
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