Mármoles y Pizza Hut

Los americanos meridionales van al Waldorf Astoria como si fueran al cine, esperando ver por un pasillo a Ginger Rogers o a Lana Turner saliendo del salón en el que Xavier Cugat y su orquesta interpretaban 'Siboney' o 'Perfidia', todo ello patrimonio inmortal para la memoria visual de un pueblo que tiene a Hollywood y a sus películas como fuente histórica esencial.

De ahí que entren por la puerta Art decó de Park Avenue, extasiados y fascinados, sabiendo que lo primordial es la foto junto al reloj de la Feria Mundial de 1893, el spot turístico favorito en el lobby del hotel, donde Roosvelt, Truman y Kennedy acabaron concretando también su fervor neoyorquino con una imagen para la posteridad.

Pero a diferencia de los huéspedes españoles o europeos, los americanos meridionales no se sienten intimidados por la magnificencia del suelo de mármol, por los paneles de caoba o por los candelabros dorados de estilo modernista, ya que encima imponen su estética desinhibida tanto a base de bermudas indecorosos y desproporcionados, como mediante la consabida llamada al Pizza Hut más cercano, para que les suban a la habitación cinco de pepperoni, dos más con cebolla y hasta seis variedades de ingredientes, incluyendo los cinco litros consabidos de Coca Cola, todo lo cual se deja junto a la puerta al terminar el condumio, para que lo retire sin rechistar el 'room service'.

Nada que ver con los españoles y los europeos, ejemplo de recato, que salen discretamente por la puerta trasera de Lexington Avenue, para desayunar en el 'deli' de la esquina.

Salvo en el caso de Carmen Amaya, la legendaria bailaora que montó una juerga con sus palmeros en la que se asaron sardinas y se quemaron pañoletas en una suite presidencial, no se recuerdan otros escándalos mayores con sabor español. Todo lo más, aún se habla en el Waldorf de un gaditano que celebró el 12 de octubre en su legendario bar Bull and Bear's, el templo de los hombres de negocio, bebiéndose treinta y dos cervezas al ritmo de unos imposibles tanguillos de Cádiz.

Hotel Waldorf-Astoria: 301

Park Avenue, Nueva York.