El ciclo-raíl se reabre en un tramo de 9 kilómetros tras 16 meses sin funcionar

Pedalear sobre las vías vuelve a ser una destacada atracción del norte palentino. El ciclo-raíl se ha reabierto después de dieciséis meses de inactividad. Los ciclo-turistas recorrerán ahora un nuevo trayecto que discurre entre las localidades de Salinas de Pisuerga y Mudá con un total de nueve kilómetros entre la ida y la vuelta. Aunque este renovado servicio ya ha comenzado a funcionar hace unas semanas, ayer martes tuvo lugar la inauguración oficial con la asistencia de varios alcaldes de los municipios de la comarca. «Este proyecto es una maravilla. Desde el Ayuntamiento de Salinas hemos ofrecido todo tipo de facilidades para que la reapertura del ciclo-raíl se llevara a cabo en este nuevo tramo», aplaudió Julián Aguilar, alcalde de Salinas de Pisuerga. Por su parte, el alcalde de San Cebrián de Mudá, Jesús González, también destacó la importancia del proyecto para promocionar la comarca, «aunque debemos trabajar para que el trayecto del ciclo-raíl llegue hasta el Mirador de las Estrellas», apuntó.

En Salinas, se ha construido una nave que, además de servir para guardar las bicicletas, se ha convertido en la primera y única estación de ciclo-raíl del mundo. La Asociación para el Desarrollo de la Montaña Palentina (Adempa) sigue siendo la entidad promotora de esta iniciativa, aunque en esta nueva etapa estará gestionada por el Centro de Turismo Rural Piedra Abierta con sede en San Martín de Perapertú.

El ciclo-raíl estará abierto todo el año, aunque su funcionamiento dependerá en ocasiones de las condiciones climatológicas. Se cuenta con once renovadas plataformas y un total de 22 plazas. El horario se pactará con los clientes, quienes pueden hacer una reserva llamando al teléfono 636-088481.

El recorrido tiene una duración aproximada de una hora y los ciclistas atravesarán varios puentes sobre arroyos y disfrutarán de la belleza del valle de Mudá. El servicio está abierto para todo tipo de personas, ya que al no contar con grandes desniveles en el camino, no es necesaria una forma física determinada. Aunque sí existe una limitación en cuanto a la edad o más bien a la altura. «Los niños menores de ocho años suelen tener una altura inferior a 1,30 metros y no llegan a los pedales, por eso no pueden montar», señalan desde Piedra Abierta. Tampoco es necesaria una indumentaria específica, aunque sí recomiendan que se vistan pantalones largos para evitar posibles arañazos de los arbustos y también se aconseja, sobre todo en esta época estival, llevar un botellín de agua. Desde la organización, siempre se les facilitará un casco para que circulen más seguros durante el paseo e irán siempre acompañados de un monitor. Montar en bicicleta sobre las vías tiene un coste de 15 euros, aunque será de 12 euros para grupos.