Faurecia anuncia 30 despidos de los 170 operarios de la planta de Olmedo

Los trabajadores de la planta de componentes para la automoción que la firma Faurecia posee en Olmedo se concentrarán el próximo jueves en la entrada de la factoría durante el encuentro que mantendrán los representantes de la empresa con los miembros del comité para ultimar las condiciones de los 30 despidos, sobre una plantilla de 170, que les anunciaron oficialmente el pasado 28 de mayo.

La primera reacción de los afectados fue la realización de una enorme pintada en la fachada de una nave alquilada por la empresa frente a sus instalaciones en la que muestran su oposición a los despidos y piden un plan de viabilidad. Los representantes de los trabajadores confirmaron ayer esta postura y argumentaron que «no podemos entender que nos propongan despidos cuando ahora mismo estemos afectados por un ERE de 35 días a aplicar en seis meses -entre el 12 de enero y el 12 de julio- y del que aún tienen 24 días pendientes de usar». De ahí que el comité proponga abiertamente la aplicación de un nuevo Expediente de Regulación de Empleo sobre el «cien por cien de la plantilla antes de que adopten medidas mucho más drásticas».

Incendio en octubre

La propuesta inicial de la Dirección de la división española de la firma gala, a expensas del encuentro del jueves, pasa por «bajas incentivadas y prejubilaciones voluntarias hasta alcanzar los treinta puestos». Todo ello bajo la justificación de la falta de carga de trabajo en una planta en la que hace sólo dos meses anunciaron la llegada de dos nuevos proyectos para fabricar piezas para el Opel Meriva y el Ford Focus C-Max. «Con ellos tendríamos asegurado el trabajo a medio plazo, pero resulta que el miércoles nos comunicaron que aquello está paralizado», lamentan fuentes del comité, que temen que sendos proyectos acaben en otra fábrica de las veinte que Faurecia tiene en España.

La situación de la planta de Olmedo comenzó a torcerse con la caída de ventas sufrida por el sector el año pasado y se agravó el 10 de octubre a causa de un incendio que arrasó parte de la cadena de producción. El trabajo que se hacía allí acabó en una factoría francesa y comenzaron los primeros despidos o finalizaciones de contratos de trabajadores eventuales.