podemos, claro que podemos
RAMÓN DELGADO GONZÁLEZ,
Jueves, 13 de noviembre 2008, 02:49
H A llegado el momento de los pueblos. Y más de los pueblos pequeños como Cubillas de Cerrato. Enclavado entre las ciudades de Palencia y Valladolid, a las que llegamos en veinte minutos en coche. Conectado a través de Dueñas cada media hora con las dos ciudades en transporte público. Con una carretera nueva a la que se accede a través de Valoria o de Dueñas.
Con unas estructuras preparadas para su crecimiento. Con terrenos del Ayuntamiento favorables para la construcción de viviendas. Con emprendedores decididos a apostar por este pueblo.
Con unos paisajes bellísimos del más auténtico Cerrato palentino. Con unas noches estrelladas parecidas a las que se observan en cualquier punto de la Sierra de Gredos o de los Picos de Europa. Con unas calles totalmente arregladas.
Un pueblo sin contaminación. Un pueblo dispuesto a que ese crecimiento que se va produciendo no rompa la autenticidad de su entorno. Con servicio de transporte para los chavales que van al colegio a cinco kilómetros y con servicio de comedor.
Así es Cubillas. ¿Qué necesitamos que se mejore? Que se vea bien la televisión. Que se oiga bien la radio. Que podamos hablar a través de cualquier operador de telefonía móvil. Que podamos disfrutar de la banda ancha en la conexión a Internet. Porque lo necesitamos nosotros y todos los que están decididos a venir a vivir con nosotros. Cuando la ubicación de las empresas depende de unas óptimas comunicaciones, estos aspectos son de obligado cumplimiento.
Hace poco, un profesional liberal decidió comprar una casa y cuando ya lo tenía apalabrado se informó de la velocidad que teníamos de Internet. Al hablarle de 49,2 kilobites, cuando lo óptimo es 54 megabites, es decir, unas mil veces más, decidió no comprar la casa. No podía enviar a esa velocidad ningún documento de la empresa cuyo domicilio social iba a radicar en Cubillas de Cerrato. Esta situación se ha repetido veinte veces. Es decir, seríamos veinte vecinos más, que unidos a los ochenta de ahora hubieran supuesto unos ingresos que nos hubieran permitido acometer alguna mejora.
Es sólo un ejemplo de los muchos que podría relatar. Es fundamental que consigamos estas mejoras ya. La gente quiere volver a los pueblos, pero no puede hacerlo por estos inconvenientes. Tenemos que comprometernos todos. Las instituciones, en conseguir que las comunicaciones sean, no iguales, sino mejores que en las ciudades.Y ya veréis que en cuanto lo consigamos empezará a crecer la población en los pueblos, donde se vive infinitamente mejor que en las ciudades.
Lo dice uno que ha vivido cuarenta años en ellas y que decidió hace cuatro venirse a Cubillas de Cerrato, donde por circunstancias de la vida decidió presentarse a la Alcaldía. En resumen, utilizando una palabra que ya sé que es poco original, pero que indica claramente nuestro propósito. Podemos, claro que podemos. Tenemos que conseguirlo y nos cambiará la vida a todos.
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