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Varios peatones cruzan los Cuatro Cantones, el paso con semáforo más céntrico de la ciudad. / MERCHE DE LA FUENTE
PALENCIA

El corazón de la discordia

El céntrico cruce de los Cuatro Cantones ha sido el escenario del último atropello múltiple ocurrido en la ciudad y es lugar frecuente de infracciones de peatones y de conductores

MARÍA NIETO

Domingo, 28 de septiembre 2008, 04:34

Tres mujeres de mediana edad fueron atropelladas el pasado martes por un vehículo en el popular cruce de los Cuatro Cantones, el corazón de la capital palentina. Afortunadamente no sufrieron daños de gravedad, tal vez porque el turismo no iba a gran velocidad.

Los Cuatro Cantones es una de las zonas más transitadas del centro de Palencia, pues une a la Calle Mayor con las principales vías comerciales de la ciudad. Un ir y venir continuo de coches y viandantes que se turnan para cruzar en breves periodos de tiempo. Los peatones disponen exactamente de doce segundos, y los vehículos, de algo más, casi treinta.

Suele ser una zona de paseo, pero personas y coches pasan ahora con mucha prisa. La prisa suele ser precisamente la razón de que ni los conductores respeten el límite de velocidad establecido, que les obliga a circular a 10 kilómetros por hora, ni de que en ocasiones los peatones respeten el semáforo en rojo, pues muchos reconocen que, si no vienen coches, aprovechan para cruzar.

Que muchos coches tengan que frenar o incluso parar, aún cuando el semáforo está en verde para ellos, porque se encuentran con peatones cruzando la calle, es algo muy habitual. Este hecho puede deberse al poco tiempo que el muñequito verde permanece encendido, porque lo cierto es que si una persona camina con un carrito de bebé, por ejemplo, o si se trata de una persona mayor, con dificultades para articular el paso, es fácil que la luz roja les pille en medio de la vía. Pero también puede deberse a la impaciencia de quienes aprovechan que no vienen coches para pasar con el semáforo en rojo, que son muchos, y así lo reconocen, algunos incluso orgullosos. La expresión 'corre, aprovecha que no vienen coches' es muy habitual entre los usuarios diarios de los Cuatro Cantones.

Lo más frecuente es que una vez que uno de los peatones se arriesga a cruzar con el semáforo en rojo, los demás vayan detrás, en pelotón. Porque unidos se hace la fuerza, y porque a los coches no les queda más redemedio que parar cuando se encuentran a ocho o diez personas taponando el carril por el que las leyes de circulación le permiten pasar. El conductor, resignado, ha de frenar.

Lo que está claro es que los viandantes juegan con ventaja, pues a ningún conductor coherente se le ocurre esto de «si miras y ves que no viene nadie, simplemente cruzas», tal y como aseguran hacer algunos peatones consultados, y tal y como, si reflexionamos, todos hemos hecho alguna vez, aunque sólo sea por prisa, que siempre es la mejor excusa.

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