«Un actor no es actor hasta que se sube a un escenario»

Con cuarenta años de trayectoria profesional a sus espaldas, Victoria Vera (Madrid, 1953) puede considerarse en la actualidad una de las grandes de la escena española. Actriz camaleónica, que le ha permitido interpretar desde los más frívolos personajes hasta los más profundos, destila siempre una gran sensualidad, con la que consigue envolver todos sus trabajos. Alejada en la actualidad de los personales ligeros, Victoria Vera es una de las protagonistas de la obra 'Los toros a escena', una recopilación de fragmentos poéticos vinculados al mundo de la tauromaquia, entrelazadas por la pluma del escritor y crítico taurino Javier Villán.

-Se encuentra centrada en la actividad teatral, pero también ha trabajado en cine y televisión, ¿le resulta difícil elegir?

-Televisión, cine, teatro. Todos me gustan, pero creo que el teatro aporta las mayores satisfacciones, porque estás en contacto directo con el público. Yo creo que un actor no es actor hasta que se sube a un escenario y pisa las tablas. Es como el bailarín que sólo baila en su casa, que no es un verdadero bailarín.

-¿Para interpretar una obra sobre toros hay que ser un buen aficionado?

-Antes de esta obra, mi relación con los toros siempre ha sido de amor-odio. Era un mundo que me fascinaba por su colorido y su componente artístico, pero que me producía al mismo tiempo una sensación de horror por su brutalidad. Pero hacer esta obra me ha enseñado que la fiesta de los toros es algo que va mucho más allá. Es un fenómeno original que mantiene una relación muy estrecha con este país. Es la única actividad en la que un hombre se enfrenta verdaderamente a muerte con un toro.

-Sus últimos papeles parecen muy alejados de aquellos personajes con los que se hizo popular en los años setenta y ochenta...

-Yo sigo siendo la misma, lo que pasa es que si hay algo que me molesta enormemente es que me encasillen.