Francia extiende la prohibición de fumar a todos los lugares públicos cerrados
Cigarrillos y puros sólo se podrán consumir en locales con zonas estancas y donde no habrá servicio al público
EFE
Miércoles, 2 de enero 2008, 11:06
Fumar en bares, restaurantes, hoteles, discotecas y casinos está prohibido en Francia desde la medianoche de del 31, al extenderse a esos establecimientos el decreto antitabaco que desde febrero proscribe el humo en los lugares públicos cerrados.
«Todo el mundo tiene derecho a vivir en un aire sano», argumenta la ministra de Sanidad, Roselyne Bachelot, al rechazar moratorias o ajustes pedidos por el sector de la restauración, especialmente los 20.000 estancos-bares o cafeterías que venden tabaco. La única tolerancia que ha permitido la ministra ha sido la cena de Nochevieja y las primeras 24 horas del 2008, en los que no hubo controles para vigilar que se cumpla la norma.
Pero desde el hoy los clientes de los aproximadamente 200.000 bares, restaurantes, discotecas, casinos y hoteles que enciendan un cigarrillo o puro podrán ser multados con entre 68 y 450 euros (100 y 662 dólares), mientras que los gerentes de los establecimientos que no hagan cumplir el decreto afrontan multas de entre 135 y 750 euros (200 y 1.100 dólares).
Tan sólo se podrá fumar en 'fumaderos' -lugares herméticamente cerrados, con sistemas de extracción de aire independientes de la ventilación del resto del local, y donde no podrá haber prestaciones de servicios (para proteger a los 800.000 trabajadores del sector)-, o en terrazas, siempre y cuando estén abiertas por alguna parte.n Como los fumaderos tienen un coste prohibitivo, pocos bares o restaurantes podrán permitírselos.
Otro problema lo afrontan las discotecas, donde, según las regiones, se pedirá que vuelvan a pagar la entrada a los clientes que hayan salido a fumar. El objetivo es evitar que aprovechen esa 'pausa' para consumir alcohol en su automóvil.
En declaraciones al diario 'Le Parisien', Bachelot excluye por el momento lanzar una brigada especial para perseguir a los infractores en bares, restaurantes, casinos, discotecas y hoteles (se podrá fumar en las habitaciones) y se declara convencida de que «las cosas se resolverán de una forma razonable y vencerá el interés general. Nuestro objetivo no es fastidiar a la gente, sino protegerla. No hay que olvidar que cada año hay 66.000 muertes causadas por el tabaquismo activo y 5.000 muertos por tabaquismo pasivo», afirma la ministra.
El actual ministro de Trabajo, Xavier Bertrand, que como titular de Sanidad puso en marcha el decreto de noviembre del 2006 que prohibió el tabaco en los lugares públicos cerrados, dice que los franceses han entendido que «se trata ante todo de proteger a los no fumadores y los trabajadores y en ningún caso de señalar con el dedo a los fumadores».
«Hemos dado un gran paso en materia de sanidad pública», afirma Bertrand en 'Les Echos', al felicitarse por el balance de la aplicación del decreto antitabaco desde febrero en empresas, administraciones, hospitales o escuelas. Pero los estudios muestran que no han disminuido los infartos entre los menores de 65 años, contrariamente a lo que pasó en Italia, Escocia o Irlanda tras la prohibición de fumar en los bares.
La industria tabaquera prevé una bajada media del consumo de sólo un 3% este año en Francia, donde hay unos 15 millones de fumadores. El sector de la restauración teme una bajada de ingresos de un 20-25%, al menos en los primeros meses de la prohibición, y se alza contra el principio mismo de esta reglamentación.
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