Condenado a año y medio de cárcel por usar un DNI falso para cobrar 3.000 euros

La Audiencia de Valladolid ha condenado hoy a una pena de un año y medio de cárcel a José Antonio O. C. por utilizar un DNI robado de otra persona para cobrar en marzo del 2006 un pagaré falso de casi 3.000 euros en una sucursal de Banesto en la capital.

En su sentencia, la sala absolvió al detenido del delito de falsedad en documento mercantil del que era acusado, pero le halló culpable de un delito de falsedad en documento oficial y otro de estafa, con la agravante de reincidencia y la atenuante de drogadicción. Finalmente, le impuso una pena global de un año y medio de prisión, multas por valor de 3.600 euros y el pago de una indemnización de 2.958,78 euros a Banesto.

Durante el juicio, el ahora condenado confesó la autoría del delito de estafa pero alegó en su descargo que él actuaba como un mero "cobrador" al servicio de una banda criminal perfectamente estructura y jerarquizada que le facilitaba toda la documentación falsa, y que a cambio le pagaba con cocaína.

29 causas pendientes

El acusado, que tiene pendientes otras veintinueve causas de este tipo por estafas de las mismas características en toda España que podrían traducirse en más de 100 años de cárcel, reconoció haberse personado el 9 de marzo del pasado año en la sucursal de Banesto en la calle Cigüeña, en el barrio de Pajarillos, con un sobre en el que portaba un pagaré y un DNI, ambos falsificados, con los que logró cobrar en ventanilla 2.958,78 euros.

Sin embargo, el estafador insistió en que él se limitaba a hacer lo que le indicaban los miembros de un grupo criminal, encabezado por un tal José Luis, que le llamaban por teléfono y le facilitaban la documentación manipulada que tenía que presentar en ventanilla. "En aquellas fechas estaba muy enganchado a la cocaína, de forma que eran ellos los que hacían y deshacían", advirtió el acusado, quien precisó que antes de cobrar el pagaré en los bancos recibía un gramo de 'coca' y al concluir la operación otro gramo más y 150 euros.

Su versión fue corroborada por uno de los policías nacionales que participó en la investigación de los hechos, que afirmó que el acusado era un mero "cobrador o pasador" de pagarés.