La biblioteca de la UVa logra el sello de excelencia europeo

En la biblioteca histórica de la Universidad de Valladolid hace frío. Debe ser el frío que acompaña a los tesoros encerrados para que permanezcan a salvo. O quizá sea, en realidad, el escalofrío de saberse en un entorno único, que huele a la sabiduría transmitida durante siglos en esos libros vetustos, casi legajos, que colapsan las estanterías de madera.

El tesoro más preciado de la Universidad de Valladolid ha visto, para bien, alterado su curso calmo porque sus rectores decidieron otorgarle el valor de lo simbólico. Los catorce centros bibliotecarios de la UVA, sus 127 trabajadores,su millón de volúmenes,finiquitaban un proceso de cinco años que les ha llevado a conseguir un sello de excelencia europeo +400.