Adiós al chabolismo

Segovia puso fin ayer a más de treinta años de chabolismo con la demolición de dos infraviviendas en la Carretera de Madrona, las últimas que quedaban en pie en la ciudad, tras la clausura de los poblados de El Terminillo y El Tejerín, derribados de forma definitiva en 2004 y 2010 respectivamente y ocupados entonces en su mayor parte por familias de etnia gitana.

En el núcleo junto a la vía que conduce al Hospital, detrás de la Comisaría de Policía, aún residía ayer una familia gitana de seis miembros. Uno de ellos, Emilio Jiménez, que nació en una de sus chabolas hace 23 años, observaba con tristeza cómo una máquina erradicaba este poblado nacido en 1987. Ese año, según el coordinador de la Fundación de Secretariado Gitano y técnico del Programa de Realojo, Luis Martínez, se instalaron en el área casetas prefrabricadas a modo de residencia provisional. Con los años, se llegaron a contabilizar veinte viviendas entre casas desmontables y chabolas.

La semana pasada dejó una de ellas otra familia de seis miembros y ayer una máquina se afanaba en desmontar el área para evitar nuevos asentamientos. El alcalde de Segovia, Pedro Arahuetes, estima que harán falta quince días para adecentar la zona, así como para consolidar los muros y taludes. No avanzó el regidor qué planes tiene el Ayuntamiento para esta calle, aunque habrá una partida para recuperarla en los presupuestos de 2012 ó 2013.

El alcalde, que tomó los mandos de la máquina para asestar el primer golpe al último módulo, mostró su «orgullo» por el fin del chabolismo después de un trabajo que desde 2004 se ha desarrollado de manera «tranquila y sosegada» y con una gestión «callada». «Hemos conseguido acabar con una situación que no era buena para la ciudad ni para estas familias», manifestó, a la vez que recalcó que este paso es solo el primero en el camino de la integración de los realojados.

Desde 2004, en virtud de la colaboración entre Consistorio y Fundación de Secretariado Gitano, se hace un seguimiento a las familias de los tres núcleos chabolistas realojadas en viviendas. En total, se asiste a 200 personas a través del acompañamiento social para ayudarles en su adaptación y evitar cualquier tipo de conflicto vecinal. Luis Martínez asegura que la adaptación en general está siendo buena, y que solo hay conflictos excepcionales. Concretamente, se ha seguido la estrategia de dispersar a las familias por diferentes distritos de Segovia, donde pagan por el alquiler de una vivienda el 10% de sus ingresos.

«Echan mucho de menos el barrio pero se ha forzado la separación como fórmula para que tengan más oportunidades. Tener una vivienda es básico; a partir de ahí podemos hablar de escolarización e integración», señaló, al tiempo que garantizó que la Fundación siempre media en caso de problemas de convivencia.

Pedro Arahuetes destacó en este sentido que dicha integración social es «lo más difícil» que falta por hacer, pero ha confiado en que ésta sea plena en diez o veinte años con el esfuerzo de la Fundación y los servicios sociales municipales. El regidor indicó que el programa de Realojo cuenta con un presupuesto anual de 480.000 euros, sufragados por la Junta de Castilla y León y el Consistorio, y que, si bien el Gobierno regional suprimirá la partida para 2012, el Ayuntamiento continuará con este trabajo, informa Europa Press.