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Estabilización de la ladera de Campomanes, por donde discurrirá el trazado de la línea de alta velocidad.
Fomento no logra contener la ladera de Campomanes de la Variante de Pajares y deja en el tintero su finalización

Fomento no logra contener la ladera de Campomanes de la Variante de Pajares y deja en el tintero su finalización

La obra ha superado el 70% de su ejecución, pero los técnicos han comprobado que el terreno sigue moviéndose diez centímetros al año. La Variante aún no tiene fecha para su apertura

m.m.c./leonoticias

Viernes, 19 de febrero 2016, 10:51

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La solución definitiva al deslizamiento de 1,5 kilómetros de la ladera de Campomanes se retrasa sin remisión, lo que hace que la apertura de la variante ferroviaria de Pajares todavía carezca de fecha. Acciona Infraestructuras lleva más de un año tratando de estabilizar la ladera, gracias a un modificado del proyecto por 19,7 millones de euros. Se pensaba que las obras llevarían unos doce meses de trabajo, pero la realidad es que en estos momentos se desconoce cuándo quedará estabilizada la zona pues, a pesar de que se ha ejecutado más del 70% de la labor, los técnicos han comprobado que el terreno sigue deslizándose unos diez centímetros al año, algo inaceptable para albergar el paso de trenes de alta velocidad.

De la estabilización de la ladera de Campomanes depende la apertura de la variante de Pajares, pues se encuentra en el lote Sotiello-Campomanes, un tramo de 4,3 kilómetros de los 49,7 que componen la variante ferroviaria. El contrato de esta obra se adjudicó en junio de 2006 y tenía un plazo de ejecución de 28 meses. Pero Acciona pronto comprobó que se había minusvalorado la inestabilidad de la ladera, que se desliza hacia el río Huerna. Lo que en un principio se había presupuestado en 79,78 millones de euros lleva ya consumidos unos 117.

La inestabilidad de la ladera de Campomanes es algo conocido desde hace más de 30 años, no en vano los técnicos que acometieron la construcción de la autopista del Huerna decidieron realizarla por la ladera opuesta debido a que en sus sondeos ya habían advertido que el terreno no era el adecuado. Y si no lo es para una autopista, menos aún para un tren de alta velocidad, cuyos márgenes de movimiento del terreno son muy críticos.

Los técnicos de Acciona propusieron desde el momento en que advirtieron este problema -con siete puntos de deslizamiento del terreno- que todo el tramo se construyera en forma de túnel, alternativa rechazada por el Ministerio de Fomento al considerar que la intención de la empresa era encarecer el tramo. Según se explicó en su momento, el problema se debe a que la protección ambiental del terreno, con presencia de osos y urogallos, obligó a realizar menos sondeos de los necesarios para evitar molestias a la fauna.

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