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Decenas de dulzaineros y tamborileros participan en el pasacalles , encabezados por Reyes Silva y su sobrina Laura Silva, junto al histórico 'melgo' Constantino Marcos Villota. / Antonio Quintero
Crespones en las solapas y dulzainas a media asta
PALENCIA

Crespones en las solapas y dulzainas a media asta

Dulzaineros de toda la región se unen a sus compañeros palentinos para dedicar el pasacalles de San Antolín al desaparecido José María Silva

EL NORTE

Martes, 3 de septiembre 2013, 14:44

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Nunca antes habían sonado las dulzainas con tanta intensidad en el pasacalles de San Antolín. Nunca antes habían sonado tan tristes. Alrededor de una treintena acompañaban ayer a los cabezudos y gigantones en su recorrido hasta la catedral y muchos más eran los que efectuaron el recorrido inverso, desde la Inmaculada hasta la Plaza Mayor. Dulzaineros, tamborileros, panderetas o gaitas, todas sonaban ayer en una perfecta armonía en recuerdo del maestro José María Silva, ese capitán de los Dulzaineros de Campos, que durante tantos años ha encabezado con su música los desfiles de San Antolín.

Silva tuvo la deferencia de morir la víspera del día del patrón para invitar a todos sus compañeros de armas a sumarse al pasacalles musical con el que arranca el día de la fiesta mayor de la capital palentina. Procedentes de Valladolid, Soria, Segovia, Zamora, Cantabria o Asturias, sin olvidar los más recónditos rincones de la provincia de Palencia, dulzaineros y folcloristas se unieron ayer para rendir un sentido homenaje a José María Silva en forma de pasacalles festivo. El homenaje arrancó con un un minuto de silencio en la Plaza Mayor, tras el que los participantes emprendieron el desfile, en el que muchos no podían contener las lágrimas, ante la mirada de extrañeza de muchos palentinos que no conocían el motivo del triste y desconsolado semblante de los dulzaineros, que al igual que los propios gigantes y cabezudos lucían crespones en las solapas.

No quisieron faltar además sus hermanos Juan Cruz, compañero de durante años de aventuras y desventuras musicales; Reyes, siempre dispuesta a tomar el bombo con los Dulzaineros de Campos, y César, que cámara en mano, quiso inmortalizar todos los detalles del homenaj. Junto a ellos, María Jesús Paredes, su mujer, que intentaba mantener la entereza arrancándose a bailar en algunos de los momentos del desfile.

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