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Juan Francisco Flete prepara un cóctel para ser degustado por los clientes./KIKE GÓMEZ
El sabor de aprender un oficio
VALLADOLID

El sabor de aprender un oficio

La Fundación Juan Soñador ofrece un curso de hostelería para quince jóvenes con escasos recursos

HÉCTOR DIÉGUEZ

Jueves, 13 de septiembre 2012, 21:51

«Queremos combinar la formación joven con el emprendimiento juvenil». Esta es la idea que tiene muy presente Óscar Castro, coordinador del programa Horizonte de la Fundación Juan Soñador, que trabaja en Galicia, Asturias y Castilla y León. Y en esta última comunidad y más concretamente en la ciudad de Valladolid, se creó un programa llamado Horizonte allá por el año 2001, y según Castro para «ver más allá y pelear por un mundo más justo y solidario». Su objetivo es el de promover la inserción activa de los menores y jóvenes más desfavorecidos eliminando los factores y situaciones de riesgo que han llevado a la aparición de conductas de marginalidad e inadaptación, y favoreciendo todo lo que contribuya a su desarrollo personal, familiar y social. Y dentro de ese programa existe el proyecto de orientación laboral Despega que aparece en el año 2003, con tres pilares básicos en su programa: la del área laboral, formación y orientación. Así quisieron en el año 2006 crear el programa Despega Joven, con el propósito de ofrecer formación en el sector de la hostelería, y que se desenvuelvan en un bar como camareros, haciendo cócteles... Para uno de sus alumnos llamado Juan Francisco Flete, «era una actividad muy importante para buscar empleo, se ha aprendido mucho, y además se hacen amigos». Y en el barrio de la Victoria, en el bar Pasarela quisieron poner en práctica lo que aprendieron en la formación y preparon una fiesta Despega Joven. En ella se ofrecían una serie de cócteles (exquisitos, por cierto), y de sabores tradicionales como fresa o naranja, y otros tropicales como mango o coco, incluso un Blue Tropic, y sabores de plátano, naranja, kiwi y granadina. Todos ellos sin alcohol. Además se servía otro, no se sabores de frutas, si no de café, un cóctel bombón, compuesto por café, avellana, lecha condensada, nata, canela, y virutas de chocolate. Y no sólo la bebida tenía cabida en el evento, también la comida, unos canapés (como novedad de este año), y que eran tostadita de queso azul con nueces, brocheta de mezcla de uvas con queso y piña, o tostadita de pastel de cabracho con mahonesa y orégano, entre otros. E incluso algunos bocaditos de chorizo y jamón serrano.

Iniciativa

Hay que destacar que lo que se sirvió en el evento fue preparado por ellos, y gracias a la enseñanza de los profesores y de los voluntarios de Despega Joven. Y los asistentes quisieron dar su opinión respecto al evento. Mariano si que destacó que «es una buena iniciativa, es original, y que fue al bar, no sabía que tomar y decidió probar lo que los chicos y chicas prepararon».Por su parte Tamara apuntó «que es algo diferente, merece la pena, y que los canapés estaban buenos». Diego ofreció una visión más diferente ya que para él «los chicos y chicas se estaban dando a conocer de una forma nueva». Además el coordinador del programa y de la actividad afirma que «si que apuesta por ello, y lo mejor es ver la predisposición de los chicos y chicas ante el curso, que se sienten parte de ello, motivados, y vean abierto su futuro». Él lo ve desde una perspectiva optimista, ya que los educadores y voluntarios creen en ello y los aprendices valoran la educación y el aprendizaje.

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