Valladolid recibe la Cruz de Lampedusa como símbolo de «implicación ante la inmigración»

Ante una «situación sangrante», como son los dramas que provocan las migraciones (miles de muertos en el Mediterráneo, separaciones familiares entre México y EE UU), la Iglesia ha lanzado un llamamiento para «reflexionar en lo personal e incidir en lo social» respecto «a los derechos de todas las personas, con independencia de sus lugares de origen y su documentación».

La diócesis de Valladolid recibió este domingo, con un acto solemne en la catedral presidido por Luis Argüello (obispo auxiliar), la Cruz de Lampedusa, un crucifijo elaborado con los maderos rescatados de pateras hundidas en el Mediterráneo y bendecido por el Papa Francisco, quien censuró «la globalización de la indiferencia».

La Cruz, llegada desde Salamanca, con 2,8 metros de alto y 25 kilos de peso, recorrerá hasta el próximo 22 de octubre conventos, colegios y parroquias de la provincia para invitar a los vallisoletanos a ejercer una «hospitalidad de acercamiento y acompañamiento a personas que han llegado de otros países para que puedan vivir mejor el proceso de inclusión en la sociedad».

«Muchos migrantes salen de sus casas para huir de una condena cierta por el hambre, la guerra, la persecución política y religiosa», recuerdan desde la Delegación Diocesana de Misiones, que junto con Red Íncola, la Adoración Eucarística Perpetua y la asociación Encuentro y Solidaridad organizan la ruta de la Cruz de Lampedusa por Valladolid.

Este lunes estará en Medina del Campo (colegio san Juan de la Cruz y la parroquia de San Miguel). Entre los actos organizados, el viernes día 18 habrá un Vía Crucis (19:00 horas), desde la plaza de la Universidad.