Valladolid imparte talleres de educación sexual para mayores: «Hay personas con 70 años que no conocen sus genitales»
Las profesionales de Dialogasex imparten la próxima semana nuevos talleres en el Centro de Igualdad.
«A ciertas edades, cuesta ir a talleres así por iniciativa propia», reconoce Yeni Martín, presidenta de Dialogasex, la entidad que impartirá los días 8 ... y 10 de junio, de 17:30 a 19:30 horas, un curso sobre vida sexual y afectiva en la madurez y vejez (inscripciones en cmi@ava.es, en el Centro de Igualdad). «Llevamos ya 80 formaciones con personas mayores: 52 en la zona rural y 28 en la ciudad. «La respuesta es fantástica, pero de entrada...».
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–¿Qué pasa?
–Pues que muchos mayores piensan que la educación sexual y afectiva ya no va con ellos, que no tienen edad para estas cosas.
–Y la tienen.
–¡Claro! Al principio, su idea, pero también la de la sociedad en general, es que la sexualidad es para gente joven y cuerpos bonitos. Y hay que desmontar todo esto.
–¿Por dónde empezar?
–Lo primero es aclarar qué entendemos por sexualidad, porque no todos nos referimos a lo mismo y no todo tiene que ver con los genitales. Hay que desmontar mitos y tabúes. Y les demostramos que todos hemos recibido educación sexual, aunque te digan que no.
–¿Todos?
–Con los silencios también se recibe educación sexual. Aprendemos que es algo de lo que no se habla, algo prohibido, pecado. En la familia, cuando se acercaba un niño, decían: 'Callad, que hay ropa tendida'. Con gestos así aprendías que de la sexualidad no se hablaba. Ellos han vivido los dos rombos. Se han educado con la copla, las novelas de Corín Tellado.
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–¡Ríete del reguetón!
–Aquellas letras y tramas perpetuaban los mitos del amor romántico. Las mujeres de 70 años conocieron además la guía de la buena esposa. Han tenido que encajar en un papel fijado por las películas de la época. Fíjate en 'Fortunata y Jacinta', la mujer decente y la indecente. Esa división se hizo muchísimo en el franquismo. La mayor parte de las veces, lo que intentamos no es tanto que aprendan como que desaprendan.
–Y a partir de ahí...
–Pues que conozcan su cuerpo, sus genitales, su funcionamiento.
–¿A esas alturas?
–Sí, sí. Te puedes encontrar con mujeres que no conocen sus genitales. Pero igual que los hombres: algunos solo saben que hay un agujero donde la meten, pero no conocen toda la estructura de los genitales femeninos, cómo es su fisiología, cómo la respuesta sexual de las mujeres. Les explicamos.Y cuando ha habido hombres en los talleres, nos dicen: 'Jo, es que si hubiéramos sabido esto, probablemente habríamos funcionado de otra manera'. Recuerdo el comentario de una mujer que tenía 80 años: 'Ay, maja; antes tenías que haber venido. Porque yo me quedaba mirando a la viga y esperaba a que mi marido terminara'. Nos echamos a reír, pero esta es la vivencia de muchas mujeres que nunca han tenido un orgasmo o placer en las relaciones eróticas. Intentamos que conozcan cómo son sus genitales, cómo funcionan. Pero también que la sexualidad no es solo genital. Son dos metros de piel y con la piel podemos trabajar.
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–Pero llegan los achaques...
–Sí. Explicamos cómo influyen las enfermedades y los medicamentos en la respuesta sexual.
–¿Por ejemplo?
–Los antidepresivos o antihistamínicos disminuyen el deseo. Todas las medicaciones para la hipertensión influyen en la erección y la eyaculación. Ellos tienen que identificar lo que les está ocurriendo. Porque a veces piensan que es por la edad y no, es por esa medicación que toman. Lo mejor es comentarlo con el médico de familia, porque, a veces, un cambio de medicamento hará que eso no ocurra. Y si ocurre, pueden trabajar otras cosas. La erótica es mucho más amplia que tener una erección. Sobre todo los hombres, si no tienen erecciones, dejan de tener acercamientos hacia sus mujeres. Y sus mujeres no les piden una erección, les piden otro tipo de prácticas.
–¿Es habitual el 'mi cuerpo ya no me responde como antes'?
–Si han tenido el típico gatillazo, ya tienen miedo a volverlo a intentar, porque no se ven con la misma virilidad –que es la palabra que suelen usar– que antes. Bueno, pues hay veces sí que la van a tener y otras que no. Pero lo que no tienen que hacer es evitar el contacto con la otra persona por si acaso les ocurre. Hay que tener esos contactos. Si viene la erección, muy bien, la aprovechamos. Y si no, podemos hacer otro tipo de prácticas.
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–El objetivo de estas charlas es...
–Que tengan una visión mucho más amplia de la sexualidad que no se reduzca a la genitalidad ni a los afectos. Porque a veces se dice: es que las personas mayores solo quieren afectos.
–El besito en la frente.
–Pero es que también tienen deseos. Hay que romper con esa idea de la viuda alegre...
– Y el viejo verde.
–Cuando van a Benidorm hay un comentario generalizado: 'Es que van a pillar'. Pues claro que van a pillar. ¿A quién no le gusta atraer, ligar con alguien? Pero también buscan otras cosas. Mira, una de las personas del taller nos decía: 'Si yo esa parte ya la tengo cubierta. A mí lo que me falta es alguien a quien dar la mano, a quien contarle mi día...'. Hay quien su erótica la maneja muy bien a nivel individual, pero necesita otro tipo de relaciones.
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–En el cine parece que la sexualidad se acaba en los 50.
–Cuando en los talleres de Secundaria preguntamos cuándo empieza y termina la sexualidad nos dicen: de los 14 a los 40. Y los mayores se ríen. Claro. La sexualidad no se termina...
–...con la menopausia
–Muchas mujeres que no han disfrutado de las relaciones eróticas la utilizan como excusa para acabar con ellas, porque tienen muy asociada la sexualidad a la reproducción. Y ahí cortan el grifo si no lo han disfrutado. Otras no, otras viven la sexualidad después de la menopausia como una liberación, por el fantasma del embarazo.
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–El cuerpo cambia.
–Es importante hablar de la aceptación de los cuerpos. Los hombres no tienen tanto problema (aunque engordan, se quedan calvos). Pero hay mujeres que no lo viven tan bien. Es un trabajo de aceptación. Y volvemos a los deseos. Todos tenemos, y van variando a lo largo de nuestra vida.
–¿Al taller van muchas viudas?
–Es que, por la esperanza de vida, hay muchas viudas. Muchas no conciben tener una erótica sin pareja. Y no hace falta tener pareja para tener una vida erótica saludable, satisfactoria. Por ejemplo, la masturbación. Hay personas que no lo han hecho en su vida. También nos cuentan que les gusta la naturalidad con que se habla de las cosas.
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–¿Algún consejo?
–No hay edad para conocer nuestro cuerpo, el del otro, para aceptar los cambios que van a sucedernos, tanto a nivel externo (de apariencia) como los cambios en la respuesta sexual. Porque evidentemente hay cambios. Lo importante es conocerlos, que no nos influyan a la hora de perder interés o tener miedo a mantener relaciones eróticas. Hay que vivir con esos cambios y ver cómo se puede seguir disfrutando aun teniendo ciertas dificultades.
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