Fachada catalogada del número 13 de la calle Núñez de Arce. Rodrigo Jiménez

Valladolid

Urbanismo intenta rescatar del olvido un edificio centenario del centro declarado en ruina en 1993

Aprueba una modificación del Plan General para que los dueños puedan afrontar la reconstrucción interna del inmueble de Núñez de Arce conservando la fachada y su singular patio interior

J. Sanz

Valladolid

Miércoles, 30 de julio 2025, 06:40

La señorial fachada del edificio centenario o, mejor dicho, de lo que queda de él, del número 13 de la calle Núñez de Arce, enclavado ... en pleno centro de la capital, podría recuperar la vida tras sus tapiados balcones después de más de treinta años desde que fuera declarado en ruina sin que desde entonces hayan podido salir adelante, y ha habido intentos, distintos proyectos de rehabilitación. Y por eso, para tratar de sacar del olvido esta calva del corazón urbano, Urbanismo acaba de aprobar una modificación de la catalogación del inmueble que permitirá a los propietarios remodelar la alineación interior del edificio manteniendo tanto su fachada como el singular patio interior, lo único que se conserva del inmueble.

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El cambio urbanístico llega de la mano de la aprobación, este martes, de un estudio de detalle para «modificar el fondo edificable» del inmueble con el fin de que «se pueda llevar a cabo el proyecto (en curso) de rehabilitación del mismo» para albergar, en principio, viviendas, según han informado fuentes municipales antes de concretar que esta figura urbanística simplemente realiza una modificación en la catalogación con la que cuenta el edificio, de nivel P3 (protección estructual), que permitirá a los propietarios «eliminar la alineación interior» prevista inicialmente para recuperar el diseño original del inmueble y reconstruirlo en torno a los elementos que se salvaron de la piqueta, como son su fachada y el patio de luces (sin más), que se mantienen sujetos por una intríncada estructura metálica.

El inmueble en cuestión, situado en el número 13 de la calle Núñez de Arce, cerca de la esquina con López Gómez y al lado del Hostel Boutique Catedral, fue construido en 1905 y estuvo habitado hasta que fue declarado formalmente en ruina por el Ayuntamiento el 16 de febrero de 1993.

Después se conservaría durante años en pie hasta que en 2002 se procedió a la demolición de sus tripas conservando solo los elementos catalogados, como son su fachada y el citado patio de luces, cuyos muros se mantienen «arriostrados con estructuras metálicas que los sujetan y los conservan».

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Y poco después llegó a presentarse un proyecto para la reconstrucción del histórico inmueble que recibió la licencia de obras. Pero quizás la crisis del ladrillo o quizás las dificultades técnicas para llevarlo a cabo condujeron a la caducidad de dicha licencia el 24 de octubre de 2008.

El edificio permanece desde entonces en barbecho. Por fuera luce aún su imponente y sencilla fachada, que alberga un bajo de piedra de sillería en el que «se abren huecos rematados en arcos rebajados cerrados con rejerías tradicionales» y cuarterones de madera en sus ventanas. Por encima se elevan tres alturas, con el paramento de la fachada revocado, en las que destacan cinco balcones por piso, «actualmente cegados», con «recercados y y balcones volcados de forja», tal y como recoge la descripción del inmueble recogida en el Catálogo de Arquitectura e Ingeniería del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).

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En dicho informe se recuerda que se trata de un «edificio residencial», que ocupa una parcela de 428 metros cuadrados, en el que se conservan (desde 2002) estabilizadas la fachada y el patio interior, aunque no la escalera. Dichos elementos, recoge, «están protegidos estructuralmente y deben mantenerse en su integridad, incluyendo balcones, rejerías y la puerta de acceso». La carpintería de los «huecos», léase balcones y ventanas, «reproducirán la composición original».

El objeto del estudio de detalle aprobado ahora por Urbanismo, tal y como explican fuentes municipales, propone «mantener el volumen original del inmueble, eliminando la alineación interior propuesta, para conseguir así la mejor protección del edificio como era en su origen, respetando el patio interior y la fachada en su posición de origen».

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Y todo ello, en definitiva, para tratar de rescatar del olvido este inmueble con 130 años de historia y que cumple 32 desde que se declaró en ruina y 23 desde que se demolió su interior. Para ello, al margen de conservarse sus dos elementos conservados, se mantendrá el «esquema tipológico» de un edificio que albergaba en su momento 16 viviendas.

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