Las tiendas vallisoletanas se asoman al belén

Grandes o pequeños, ostentosos o austeros, la tradición de colocar la representación del Nacimiento es una de las más arraigadas en la idiosincrasia navideña española. Y como todos los años desde hace veinte, la cofradía de Nuestra Señora de las Angustias no ha faltado a la cita.

Devotos y curiosos podrán acercarse al Salón de Pasos del templo desde ayer viernes hasta el domingo 9 de enero a disfrutar de los seis dioramas que en esta especial ocasión han querido homenajear al comercio vallisoletano y reivindicar la tradición española de los Reyes Magos «en contraposición a costumbres foráneas», según señalan desde la cofradía.

De esta manera, los visitantes podrán contemplar una reproducción de la Plaza de la Fuente Dorada, con los establecimientos existentes en ella a principios del siglo XX, o la primitiva sede de la confitería El Sol, en la calle Val, origen de la popular empresa conservera Helios allá por 1901.

Por otro lado, la cofradía también se realiza un pequeño tributo con unas idealizadas sacristía y capilla de Nuestra Señora de las Angustias y a la infancia, recreando las tradiciones del montaje del nacimiento y de la entrega de la carta a los Reyes Magos. Éstos últimos son también protagonistas en otro de los dioramas en el que se les puede ver asomados a un balcón junto a la proclama «Viva los Reyes Magos».

La impresión en 3D de algunas figuras aporta el toque de modernidad al montaje y contrasta con los dos últimos dioramas que muestran un paisaje de Judea y el tradicional Misterio, compuestos ambos con valiosas figuras de principios del siglo XX.

El montaje del mítico belenista José María Villa, luce el trabajo de los afamados artesanos sevillanos de Los Palacios, Juan José y Jesús Cerrada, a excepción de las tallas de los monaguillos de la cofradía, cotizadas piezas del taller gaditano de El Puerto de Santa María de los sucesores de Ángel Martínez.