Ir al súper después de las ocho pese al toque de queda

La duda la resolvía hace unos días la directora de Protección Civil en Castilla y León, Irene Cortés, en redes sociales tras la pregunta de varios usuarios: Sí, «en principio» se puede ir a los supermercados una vez rebasado el nuevo horario de toque de queda, fijado a las 20:00 horas desde el pasado sábado. El motivo radica en que el desplazamiento hacia este tipo de establecimientos está considerado como «adquisición de productos de primera necesidad», una de las excepciones previstas en el Real Decreto que regula la nueva hora de reclusión domiciliaria aprobada por el Ejecutivo autonómico para tratar de poner coto a la tercera ola de la covid en territorio castellano y leonés.

Por tanto, si le resulta imposible hacer la compra antes de las 20:00 horas o tiene que hacerse con un producto que no puede esperar, sepa que no está cometiendo ninguna ilegalidad. Pero, si le pillan en plena calle después de las ocho, ¿cómo justificarlo? A la ida, de ningún modo. Basta con comunicárselo a las autoridades que le hayan interceptado. De regreso a la vivienda, eso sí, es «imprescindible» el tique de compra. Así lo aseguran fuentes de la Subdelegación del Gobierno, que consideran que sería suficiente con trasladar a los agentes que va a adquirir un producto básico «y no pondrán ninguna pega». «A la ida no hay ninguna posibilidad de pedir nada porque no hay ningún tipo de justificante; según dice la norma se puede ir, es como ir a la farmacia», añaden.

Sin embargo, fuentes de la Delegación Territorial apelan en este sentido a la responsabilidad individual y confían en la «buena fe» de la ciudadanía a la hora de echarse a la calle una vez restringida la movilidad.

Ante ello, la «mayor parte» de supermercados de la comunidad integrados en Asucyl, la Asociación de Empresarios de Supermercados de Castilla y León, han apostado por mantener sus horarios habituales, muchos prolongados más allá de las 20:00 horas. La secretaria de la agrupación, Isabel del Amo, dice que que «el toque de queda regula la movilidad de las personas, no los horarios comerciales».

La Junta aclaró este aspecto el mismo sábado. «Ante la entrada en vigor del toque de queda: los establecimientos comerciales continúan con el horario habitual, pero desde las 20:00 horas solo se podrá circular por la calle por los motivos previstos en el Real Decreto, entre los que está la vuelta al domicilio de sus trabajadores», confirmaron fuentes de la institución.

Modificarlo o anticipar su cierre es decisión de cada empresa. «Por lo general se están manteniendo los mismos horarios comerciales y es una cuestión de cada empresa el fijar sus horas. Nosotros tenemos claro que estamos exceptuados de la norma porque la compra de bienes es algo de primera necesidad», argumenta la representante.

Asimismo, Del Amo admite que desde el sábado tienen una «sensación muy similar a la de marzo». Apenas transita gente por la calle desde las ocho, aunque por el momento no valoran más allá del día a día. «Claro que hay menos gente, pero tenemos que estar y prestar ese servicio porque hay muchos que, por motivos laborales, antes de esa hora no puede hacer la compra y el tema de la alimentación es algo esencial e inaplazable», incide.

Precisamente por todos aquellos trabajadores que «acaban tarde» sus obligaciones estas grandes superficies tienen «desde siempre» un horario «más amplio que los de otros negocios».

El comercio de proximidad en Valladolid, por lo general, ha optado por bajar la persiana media hora antes. «Algunos apuran hasta las ocho menos cuarto, pero son muy pocos; tampoco hay mucha gente por la calle a esas horas, así que tampoco merece la pena quedarte esperando», coinciden los presidentes de Fecosva y Avadeco, Jesús Herreras y Alejandro García Pellitero, respectivamente. Además, este último va más allá y justifica la decisión en que «para entrar en una tienda se necesita tiempo y reposo».

«No vamos a apurar la hora límite si no hay nadie. El comercio no es como los bares, que te tomas la última rápido y te vas a casa, no. Para comprar algo se necesita hacerlo con tiempo y sin prisas», subraya García. También han percibido los representantes que algunos negocios han adaptado sus horas de trabajo en función de su ubicación y sus conveniencias. «Hay profesionales que han optado por abrir media hora antes y se ha jugado con esos treinta minutos que se pierden por el cierre anticipado. Por ejemplo, si hay negocios que están cerca de un mercado y allí hay mucho movimiento por las mañanas, igual les merece la pena abrir antes», sostiene Herreras.